La Junta aprueba la inclusión de los vinagres en el marco Montilla-Moriles

Paso casi definitivo para que la Denominación de Origen Vinagre de Montilla-Moriles sea ya una realidad. El director general de Industrias y Calidad Agroalimentaria de la Junta de Andalucía, ha firmado la publicación de la solicitud de inscripción de este sello de calidad en el registro de la Comunidad Europea, lo que significa que el reglamento de la DO está desde hoy en fase de exposición pública. Se trata de un paso vital para la puesta en funcionamiento de un marchamo de calidad para los vinagres cordobeses que lleva atascado casi tres años. De hecho, sus promotores anunciaron que estaría aprobada para finales de 2005, algo que no fue posible, y desde entonces no se ha cumplido ninguna de las fechas estimadas por el marco regulador.

El documento aprobado ahora por la Junta significa que toda la documentación de la DO del vinagre estará expuesta al público durante dos meses, que es el tiempo que establece la normativa para que se presenten alegaciones a la iniciativa. Después deberá lograr el permiso provisional para envasar los caldos ya calificados hasta la resolución definitiva de las autoridades comunitarias.

El desbloqueo del sello para los vinagres elaborados en la provincia de Córdoba es ya una vieja aspiración de las bodegas y cooperativas de Montilla-Moriles, que según sus propias estimaciones, han señalado que la DO lograría duplicar la producción de este tipo de caldos, hasta alcanzar los 1,6 millones de litros anuales.

En la zona vitivinícola Montilla-Moriles la crianza del vinagre se lleva a cabo de dos formas: el sistema estático, donde se confina el caldo en toneles de madera dejándolo evolucionar espontáneamente (mínimo 36 meses) y el sistema dinámico de criaderas y solera, por el que se disponen los toneles de forma piramidal.

La zona de elaboración, envejecimiento y almacenado de la Denominación Vinagre de Montilla-Moriles se extiende por los términos de Montilla, Moriles, Doña Mencía, Montalbán, Monturque, Nueva Carteya, Puente Genil, Aguilar de la Frontera, Baena, Cabra, Castro del Río, Espejo, Fernán Nuñez, La Rambla, Lucena, Montemayor y Santaella, además de la localidad de Córdoba, delimitada al norte por el canal del Guadalmellato.

El reglamento de los vinagres de la Denominación de Origen Montilla-Moriles señala que son unos caldos que destacan por aunar características "ancestrales de envejecimiento", así como por la utilización como materia prima del vino calificado de la Denominación, "un vino único, exclusivo y de demostrada calidad que sufre una de sus principales características debidas a las condiciones climatológicas de crianza". El texto concluye también que los vinagres envejecidos cordobeses "pueden considerarse como un grupo totalmente diferente de los vinagres elaborados por procedimientos rápidos. Son diferentes no sólo por el método de elaboración y la crianza en madera, sino también por sus aromas, su contenido en nutrientes y sus niveles de acidez y grado alcohólico".