Alto Guadiato

Investigado un vecino en La Granjuela por colocar en el monte jaulas y cepos para cazar

  • El Seprona localiza dos cadáveres de zorros adultos que habrían caído en la trampa

  • El individuo utilizaba un gallo vivo como cepo para sus capturas

Jaula trampa requisada por el Seprona en La Granjuela.

Jaula trampa requisada por el Seprona en La Granjuela. / El Día

El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) de Peñarroya-Pueblonuevo ha investigado en La Granjuela a una persona por la utilización de una jaula trampa y dos cepos metálicos para la captura de depredadores en el medio natural, utilizando como cebo un gallo vivo.

Según ha informado este viernes la Comandancia de Córdoba, las investigaciones se iniciaron el pasado mes de mayo, tras escuchar en reiteradas ocasiones efectivos de una patrulla del Seprona durante un servicio propio de la especialidad en un paraje natural del término municipal de La Granjuela el canto de un gallo en la linde de un monte con una parcela sembrada de olivos. Y, ante lo inusual del hecho, procedieron a practicar gestiones para su localización.

Una vez localizado el ave, se observó que se encontraba alojada en una jaula anexa a una jaula trampa para la captura de depredadores, que se activaba cerrando las puertas laterales una vez el animal objeto de captura pisaba un mecanismo de cierre colocado en su interior. Asimismo, se localizaron en las inmediaciones dos cepos metálicos de acero, anclados a las ramas de la vegetación adyacente con el fin de que si un animal quedaba sujeto por las extremidades no pudiera huir.

Inspeccionados los alrededores, se hallaron los cadáveres de dos zorros adultos en avanzado estado de descomposición, presumiblemente procedentes de los medios de captura citados.

Los cepos metálicos y la jaula trampa, según establece la Ley de la flora y la fauna silvestres, se encuentran catalogados como medios de captura prohibidos, al ser medios no selectivos, ya que permiten la caza indiscriminada de cualquier animal y también pueden producir daños físicos a las personas.

El Seprona, tras desactivar los medios de caza prohibidos, realizó varios servicios tendentes al esclarecimiento del hecho y a la identificación de su autor, que culminaron con su identificación cuando este se personó en el lugar del hecho para comprobar si había caído algún animal. Ante ello, los guardias civiles procedieron a la instrucción al sospechoso de las pertinentes diligencias de investigación, que han sido entregadas a la autoridad judicial.

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