Campiña Este

Investigado en Baena por colocar cebos envenenados en una finca de caza

  • La persona implicada está acusada de un delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos

Un agente de la Guardia Civil recoge uno de los cebos.

Un agente de la Guardia Civil recoge uno de los cebos. / El Día

El Seprona, con la colaboración de Agentes de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, investiga en Baena a una persona como supuesta autora de un delito contra la fauna, por su presunta responsabilidad en la colocación de cebos envenenados en una finca.

La Guardia Civil ha informado de que comenzó la investigación tras tras tener conocimiento la patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Baena, a través de un aviso de los Agentes de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía que, en el interior de un coto de caza habían aparecido varios cebos envenenados.

Efectivos de ambos cuerpos se desplazaron al lugar donde habían aparecido los cebos, donde localizaron y retiraron una cantidad considerable de cebos envenenados que se encontraban esparcidos por el suelo.

En el marco de las actuaciones llevadas a cabo se pudo conocer que los cebos contenían una sustancia activa extremadamente tóxica de alta eficacia destructiva.

El desarrollo de la investigación permitió averiguar que la persona que había colocado los cebos envenenados pudiera ser la persona que estaba realizando las labores agrícolas en la finca, quien para evitar los daños que estaban causando los topillos (Microtus arvalis) que habitan en el campo había supuestamente colocado los cebos envenenados.

Ante ello y, tras obtener indicios suficientes de la supuesta implicación de esta persona en los hechos investigados, se procedió a la investigación de la misma como supuesto autor de un delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos por la colocación de cebos envenenados en un espacio abierto, pudiendo cualquier animal de la fauna salvaje ingerirlo y ocasionarle la muerte.

Tras esta actuación, el Seprona ha recordado que el uso de este tipo de venenos conlleva ciertos riesgos por lo que a la hora de utilizarlos, hay que mantener unas debidas garantías de seguridad, se debe elegir cuidadosamente los lugares donde se depositan estos plaguicidas, alejándolos del alcance de las personas y animales, que involuntariamente o jugando pudieran ingerirlos o manipularlos.

También ha indicado que en el marco del control de plagas, para la colocación de sustancias en lugares públicos que contienen veneno es necesario personal debidamente autorizado y supervisión bajo ciertas condiciones reglamentarias y hay subrayado que estas plagas deben ser puestas en conocimiento de las administraciones correspondientes y tratadas por profesionales del sector.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios