Las advertencias se cumplieron y la cadena Prestige Hoteles ha cerrado el establecimiento que abrió en Lucena a mediados de enero de 2009. El alcalde de ciudad, José Luis Bergillos, ya informó de que los encuentros mantenidos con responsables del grupo empresarial no habían sido fructíferos y confirmó que, tras reunirse con el hijo del propietario, José María Moyano, sacó la conclusión de que "siguen empeñados en cerrarlo", como así ha sido finalmente. No obstante, el regidor quitó hierro al asunto afirmando que "Lucena tiene plazas hoteleras suficientes".

Este hotel ha cerrado sus puertas sin ni siquiera haber permanecido abierto un año y medio. Fue a mediados de enero de 2009 cuando se inauguraron las instalaciones de este establecimiento, con lo que apenas ha estado en fase de explotación 15 meses. Con una inversión de 18 millones de euros, este hotel de cuatro estrellas ocupa una parcela de 2.000 metros cuadrados en la parte más alta del Parque Empresarial Príncipe Felipe, de los que 1.500 metros pertenecen a superficie construida.

Los últimos clientes del Hotel Prestige Lucena salieron del establecimiento al mediodía del domingo, si bien ayer los 19 trabajadores aún estaban en el complejo. Uno de ellos, Francisco José Córdoba, confirmó a El Día que "el hotel está cerrado y nosotros estamos fuera, ya hemos firmado los finiquitos y se ha producido un expediente de regulación de empleo (ERE) que aún no se ha resuelto del todo". De momento, tampoco ha trascendido el uso que se dará al edificio en el futuro por parte de los propietarios.

El hotel está edificado en cuatro plantas, contando con un total de 140 habitaciones, de las que 130 son del tipo ejecutivo, ocho junior suites y dos de adaptación especial. Además, este complejo dispone de un centro de negocios de 1.100 metros cuadrados, que cuenta con seis salas de reuniones y una gran sala de conferencias.