Historias de altura para los más pequeños
Una obra compila anécdotas de la evolución del municipio egabrense
Dar a conocer la historia local a los más pequeños. Ese es el objetivo del libro La historia de Cabra para niños… y no tan niños, obra del egabrense Antonio Arrabal y con ilustraciones de José Pérez Valero. En 17 capítulos, el autor narra desde aspectos curiosos de la vida cotidiana en la antigua Igabrum durante la dominación romana hasta hechos más recientes en el tiempo como el avistamiento de un OVNI en el término municipal, hace tan sólo un par de décadas.
Según Arrabal, la idea comenzó a rondarle por la cabeza después de aceptar la invitación que le cursó la maestra de su hijo para asistir un día a clase y acercar a los pequeños a la materia que mejor domina este profesor de latín y griego, como es la cultura clásica. "Me quedé descuadrado, porque dar una clase de latín a niños de Primaria era todo un reto", confesó Arrabal, quien tuvo que repetir una segunda vez, en este caso, aplicando sus enseñanzas al ámbito de la historia local. Parece que esto caló entre los alumnos, ya que "cuando me veían los días siguientes en el colegio me preguntaban sobre cosas más particulares", como el emplazamiento de lugares de interés en otras épocas cerca de sus domicilios.
A partir de ahí cayó en la cuenta de la importancia que supone "crear en los niños, desde pequeños, el amor por Cabra" a través del acercamiento a sus raíces. Con el reto entre ceja y ceja y el asesoramiento imprescindible de su hijo -principal censor de la obra durante el proceso creativo-, comenzó a tomar forma este libro. "Faltaba una obrita de estas características, sobre todo dedicada a un público muy difícil de contentar", puntualizó el autor, quien valoró la importancia de que, a la vez que se entretienen aprendiendo sobre su pueblo, comiencen a "contextualizar los periodos históricos".
El volumen va enfocado hacia un segmento de edad que va desde los 9 a los 12 años, aunque "te das cuenta de que las primeras que se lo han leído son las madres" y a su vez han comprendido que lo que aparece en sus páginas "es muy atractivo para los niños".
De hecho, la coletilla del título se ha hecho efectiva una vez que la obra ha salido al mercado: "Algunos amigos me han llegado a decir que en tres cuartos de hora puedes llegar a empaparte de la historia de Cabra", algo que para el escritor supone la comprobación de haber cubierto "un vacío en la historiografía local". Rompiendo con la línea de otras publicaciones similares ya editadas en la comarca, el interés se centra fundamentalmente en el texto. "He tenido que hacer un esfuerzo por cambiar mi forma de escribir", eligiendo un lenguaje llano y muy didáctico que se complementa a la perfección con las simpáticas ilustraciones de Pérez Valero.
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