Seguridad Vial

La Guardia Civil intensifica los controles en la A-318 en el Sur de Córdoba por su alta siniestralidad

La A-318, a su paso por Doña Mencía.

La A-318, a su paso por Doña Mencía. / El Día

La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil ha incrementado la vigilancia en varias carreteras convencionales de la provincia de Córdoba desde principios de año como consecuencia del aumento de los siniestros mortales registrados el pasado año. La medida se ha adoptado a petición de la Jefatura Provincial de Tráfico.

Concretamente en Córdoba, durante 2022 se produjeron 25 accidentes mortales, en los que fallecieron 25 personas. Esto supuso el 11,26% de la siniestralidad de Andalucía, teniendo en cuenta que los desplazamientos en la provincia aumentaron un 9,69%, hasta regresar a niveles previos a la pandemia, según la información difundida este miércoles por la Subdelegación del Gobierno.

Una de las carreteras en las que se ha focalizado la vigilancia es la A-318 (Estepa-N-432), una vía convencional en la que se registraron 19 siniestros con víctimas; cinco personas perdieron la vida, dos resultaron heridas graves y 28, heridas leves. La A-318 atraviesa todo el sur de la provincia de Córdoba, desde Puente Genil a Lucena, Cabra, Doña Mencía, Baena y Luque. 

La subdelegada del Gobierno en Córdoba, Rafaela Valenzuela, ha considerado "inadmisible" el número de accidentes con víctimas que registra esta vía. Así, la DGT ha planificado aumentar los controles para evitar que siniestros como los del pasado año se repitan. "Además, queremos que la ciudadanía conozca la peligrosidad de esta carretera y que se ha aumentado la vigilancia, para que se preste una especial atención cuando se circule por aquí”, ha dicho. 

En concreto, los agentes han incrementado los controles de velocidad, alcohol y drogas, distracciones y uso del cinturón de seguridad. En lo que va de año, y solo en esta carretera, se han detectado 1.341 infracciones, de las que el 41,46% de las mismas han sido por excesos de velocidad.

La Subdelegación ha recordado que una velocidad inadecuada es una gran amenaza para la seguridad en la carretera, primero porque la velocidad afecta al riesgo de verse involucrado en un accidente. A mayor velocidad, es más difícil reaccionar a tiempo y prevenir el siniestro.

En segundo lugar, la velocidad afecta a las lesiones consecuencia de un accidente. A mayor velocidad de impacto, se libera más energía al chocar con otro vehículo, usuario de la vía u obstáculo y parte de esa energía deberá ser absorbida por un cuerpo humano vulnerable. "Por lo que existe una relación muy estrecha entre la velocidad y riesgo de accidente, entre la velocidad y severidad de las lesiones consecuencia de un accidente", recuerdan los expertos.

Respecto a las infracciones por conducir bajo la influencia de alcohol y otras drogas, destaca por su gravedad la de un conductor de autobús que circulaba bajo los efectos de sustancias psicotrópicas. En el autobús viajaban 40 menores de Almodóvar del Río que volvían de una excursión a Priego de Córdoba. Tras dar el conductor positivo en el test de drogas, la empresa titular del vehículo movilizó a otro conductor que se hizo cargo de recoger a los menores y finalizar el viaje.

El peligro de usar el móvil

Además, se han detectado 17 infracciones por usar el teléfono móvil a pesar que el último cambio de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial ha incrementado de 3 a 6 puntos a detraer cuando el móvil se lleva en la mano.

El Observatorio Europeo de Seguridad Vial (European Road Safety Observatory ERSO) recoge en el informe monográfico sobre distracciones al volante los resultados de diversos estudios recientes basados en la observación directa de los conductores. En él se cita que la prevalencia del uso del teléfono móvil mientras se conduce en coche en Europa admitida por los conductores es del 48% para el uso de dispositivos con manos libres y, lo que es más preocupante, del 29% para hablar por un teléfono móvil sin manos libres y del 24% para leer mensajes de texto o comprobar las redes sociales.

En este sentido, el informe refleja también cómo las acciones que requieren apartar la vista de la carretera o realizar tareas manuales tienen mayor impacto tanto en el comportamiento al volante como en el riesgo de colisión, siendo 3,6 veces mayor en el caso de hablar sin utilizar el manos libres, seis veces mayor al escribir un mensaje y 12 veces mayor en caso de marcar un número manualmente.

Por último, 36 conductores fueron sancionados por no llevar puesto el cinturón de seguridad, hecho que preocupa a la DGT, ya que su uso reduce a la mitad el fallecimiento en caso de siniestro vial.

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