Los vecinos de los pagos de huerta de Palma del Río se prepararon ayer desde las 07:00 ante la posibilidad de desbordamiento del Genil. Un hecho que se hizo realidad a partir de las 15:40, cuando el agua inició su entrada entre los naranjos de las huertas de Pedro Díaz por segunda vez en este año. Las intensas lluvias provocaron la crecida del río, que a su paso por Écija alcanzó los 6,98 metros -misma altura que en las inundaciones de marzo-. Normalmente, tras pasar por la localidad sevillana la medida del caudal tarda entre cinco y seis horas en alcanzar el territorio palmeño.

Ante los pronósticos, desde primera hora de la mañana los vecinos de los pagos de huerta de Pedro Díaz y La Graja trabajaron para que el agua no entrase en las parcelas cuando alcanzase esta zona agrícola. En el caso de Pedro Díaz, compuesto por 34 casas, cada propietario ayudado por sus familiares se encargó de tapiar las puertas de sus parcelas con rasillones. En algunos casos incluso se podía ver cómo los inquilinos habían señalado el nivel que cubrió el río en su anterior salida del cauce (50 centímetros de altura el pasado 18 de marzo). "Estamos en espera de que llegue todavía", comentaba a mediodía Manuel Linares, un octogenario que nació en estas tierras y que recordaba cómo en 1969 se produjeron hasta siete riadas; sin embargo en 1963 "fue la más grande que hubo", comentó. También desde temprano se desplazaron a la zona nueve voluntarios de Protección Civil y miembros de la Policía Local. Incluso técnicos del Ayuntamiento facilitaron los materiales a los dueños de los terrenos para que sellasen cualquier entrada a sus propiedades.

La subida del caudal provoca cortes de carreteras por anegación en Puente Genil

"Aunque llega a las mismas cotas, el motivo de esta crecida del río Genil es diferente a una tormenta; entendemos que es un golpe de agua, por llamarlo de alguna manera", explicó la responsable de Seguridad Ciudadana, Auria María Expósito, en una visita a Pedro Díaz. De hecho, el plan de emergencia municipal no se activó porque, desde el principio, los datos que se barajaron por parte del Consistorio no apuntaban a que fuera necesario. "Es nuestra obligación como Ayuntamiento, tenemos que estar al pie del cañón y desde por la mañana estamos aquí intentando aportar todo nuestro esfuerzo para que, en la medida de lo posible, se evite cualquier tipo de daños", aseguró la primera teniente de alcalde, Esperanza Caro de la Barrera, quien también estuvo por las huertas junto con el alcalde, José Antonio Ruiz Almenara.

Debido a que es una zona inundable por su cercanía al cauce del río, los inquilinos de estas parcelas ya saben cómo actuar en estos casos. El protocolo o las pautas que realizan pasa por cerrar correctamente el exterior de las puertas o entradas con rasillones y cemento, al mismo tiempo que en el interior de las viviendas se recogen los enseres y se apilan en zonas altas para evitar que la crecida alcance el mobiliario. En cuanto a los niveles de lluvia, los indicadores registraron 21 litros por metro cuadrado.

Por otra parte (según informa José Manuel Cabezas), la lluvia provocó algunas incidencias durante la jornada de ayer en el término municipal de Puente Genil, si bien lo más significativo fue la notable crecida que experimentó el caudal del río a su paso por el casco urbano y los cortes de carretera que dificultaron la circulación en algunos puntos del viario, como la carretera A-379, que resultó parcialmente anegada por una balsa de agua a escasamente un kilómetro de la aldea de la Mina, o el corte de la carretera que une Puente Genil con Badolatosa, que tuvo que ser cerrada completamente al tráfico debido al desbordamiento del arroyo Santiago y a la crecida del río Yeguas, que vierte a las aguas del Genil. También se desbordó el arroyo Salado en los términos municipales de La Rambla y Santaella. Hasta las 17:00, en la localidad pontanesa se recogieron más de 32 litros por metro cuadrado.