El torero Finito de Córdoba ha donado un capote de paseo a la Virgen de la Caridad, patrona de Guadalcázar y alcaldesa perpetua del municipio, con el que se confeccionará un manto. En el último día de novena en honor a los patronos del municipio, la madre del matador, María del Carmen Pineda, natural del municipio cordobés, entregó al párroco de Nuestra Señora de Gracia esta prenda que ha acompañado a Finito en toda su trayectoria profesional y que ya llevó en sus inicio en tierras mexicanas.

"Para el pueblo de Guadalcázar, lugar donde nació mi querida madre y que llevo en mi corazón, que nuestra Señora de la Caridad nos siga dando salud, que nos proteja a todos en nuestras vidas. Un fuerte abrazo para todos los ciudadanos de este bendito lugar", se dirige Finito a los guadalcaceños en la dedicatoria que acompaña al capote.

Nacido en Sabadell y criado en la pedanía de El Arrecife (La Carlota, Córdoba), Finito debutó el 27 de junio de 1987 en Santiponce (Sevilla), mientras que su estreno en Madrid fue el 23 de septiembre de 1990, con Luis de Pauloba y Cristo González, y reses de Jandilla.

Tomó la alternativa en Córdoba el 23 de mayo de 1991, teniendo como padrino a Paco Ojeda y de testigo a Fernando Cepeda, con ganadería de Torrestrella. Confirmó la alternativa en Madrid el 13 de mayo de 1993, con padrino José Ortega Cano y como testigo Manuel Caballero. A lo largo de su carrera ha tenido éxitos como la puerta grande de Las Ventas lidiando toros de Aldeanueva (1993), el indulto a Tabernero en Córdoba (1994), las puertas grandes en Barcelona, premio al mejor matador de la feria de Quito (1999) o premio pluma de oro en Valencia (2000). El capote de paseo, que ya está depositado en la parroquia guadalcaceña, le ha acompañado en muchas de estas gestas.

La madre de Finito de Córdoba entrega el capote a la parroquia de Guadalcázar.

Este martes, 15 de agosto, la localidad cordobesa celebra precisamente el día central de las fiestas en honor a la Virgen de la Caridad, que tienen su momento central en la procesión. De acuerdo a la tradición, la imagen de la Virgen procedía de la región belga de Flandes y llegó a Guadalcázar gracias a Cristóbal Ruiz de Zuheros, escribano de la villa, del cual aún se conservan escrituras que realizó desde 1524 hasta 1537.

De acuerdo al cronista oficial, Francisco Aguayo, su esposa se dirigía a él insistentemente pidiéndole que le regalase una talla de la madre de Dios. Y fue al efectuar un viaje a Granada y pasar cerca de Pinos Puente cuando un misterioso peregrino le entregó la imagen. La guardaban en su casa con celo, si bien permitían que durante la Semana Santa se expusiera en el Hospital de la Villa y se sacara en procesión. Posteriormente, se la entregaron a su sobrina Victoria, quien luego se la pasaría a su hijo, Juan Sánchez Delgado.

Cuando este hombre ya tenía 82 años de edad fue interrogado bajo juramento sobre la procedencia de la imagen por el padre prior del convento de carmelitas descalzos de Nuestra Señora de la Caridad, quien redactó el informe en una carta que, con fecha 1 de octubre de 1642, dirigió a sus superiores. En el Hospital que se llamó de la Caridad, al lado de la Virgen se comenzó a exponer también un crucifijo que procedía de la casa de Catalina Montemayor, tía de Francisco de Córdoba y Benavides, 7º Señor de la Villa.