Provincia

Feragua exige la terminación de tres embalses y de los riegos Genil-Cabra

  • Los regantes piden ya el Arenoso y La Breña, además de la presa de San Calixto

La Federación de Regantes de Andalucía (Feragua) aprobó ayer en asamblea general un decálogo con el que pretenden que el Gobierno andaluz atienda sus principales reivindicaciones en esta nueva legislatura que ya está en marcha. En este listado, la provincia de Córdoba cuenta con un peso específico importante, ya que en el territorio se ubican algunas infraestructuras básicas para garantizar el abastecimiento de agua a los riegos de la Cuenca del Guadalquivir. Así, Feragua reclama "al nuevo Ejecutivo que cumpla con el compromiso adquirido por Manuel Chaves en su discurso de investidura de aumentar en más de 1.000 hectómetros cúbicos los recursos hídricos de las cuencas andaluzas", lo que se traduce en la terminación de tres presas en la provincia de Córdoba y la conclusión del plan de riego de la zona Genil-Cabra, que actualmente se encuentra en fase de obra, concretamente la llamada red de presión, que podrá entrar en funcionamiento una vez que se acaben los trabajos de construcción de la estación de bombeo de La Catalineta.

En cuanto a los pantanos, la federación quiere "poner en funcionamiento y a pleno rendimiento de forma urgente los embalses de La Breña II y el Arenoso" en el caso de Córdoba, que actualmente se encuentran en fase de obra o de llenado. Además, Feragua reclama "iniciar inmediatamente la construcción" del embalse de San Calixto, en el cauce del Genil, y que se levantará entre los límites provinciales de Córdoba y Sevilla, entre Santaella y Puente Genil. Se trata de una presa de unos 90 hectómetros, que se encuentra en fase de proyecto y que evitará inundaciones en localidades como Écija (Sevilla) o Palma del Río. Las previsiones son que a lo largo de este año se liciten las obras.

De otro lado, los regantes solicitan de la Junta de Andalucía habilitar ayudas públicas para la instalación a nivel de parcela de eficientes sistemas de aplicación del riego (localizado y aspersión), que exigirán una inversión en las cuencas andaluzas de más de 750 millones de euros. A ello unen "otorgar a las comunidades de regantes la representatividad en los órganos de participación de la administración hidráulica que tienen en el resto de España, y que les corresponde por gestionar y administrar más del 60% del agua que se utiliza en nuestra región", precisó el colectivo.

Además, Feragua incluye en su decálogo que se mantengan "una posición de imparcialidad hacia el movimiento asociativo del regadío, evitando peligrosas discriminaciones y otorgando a cada cual el nivel de interlocución que le corresponde según su representatividad". Igualmente, quieren que se desarrolle una política hidráulica "basada en el diálogo y en el acuerdo con los usuarios, para que se sientan corresponsables de la buena gestión y uso eficiente del agua, fomentando el desarrollo de grandes pactos y acuerdos con todos los usuarios y demás agentes socioeconómicos y medioambientales que conforman la sociedad civil andaluza". Por último, los agricultores exigen garantías de la preservación "del principio de unidad de cuenca en el proceso de transferencia del Guadalquivir que debe de efectuarse de acuerdo a las leyes españolas y europeas, y al principio internacionalmente aceptado en política hidráulica que establece que la gestión del agua se debe hacer por cuencas hidrográficas".

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