Provincia

Endesa detecta 5.400 enganches ilegales a la red eléctrica en los últimos dos años

  • El fraude en 2017 sumó 25 millones de kilovatios, el equivalente al consumo de la ciudad de Córdoba durante un mes

  • La compañía advierte de los problemas para la seguridad

Un operario examina unos cuadros eléctricos.

Un operario examina unos cuadros eléctricos. / el día

La Guardia Civil ha dejado esta semana al descubierto en Baena un amplio fraude a la empresa que gestiona el servicio municipal de aguas, con 45 enganches ilegales que habrían causado pérdidas de 220.000 euros en los últimos seis meses. Mientras que fuentes de la Empresa Provincial de Aguas (Emproacsa) de la Diputación descartaron que se trate de una irregularidad habitual en Córdoba, la compañía Sevillana Endesa sí advirtió de la proliferación de conexiones irregulares a la red eléctrica. En concreto, en el último año en la provincia los técnicos detectaron 2.019 casos de fraude, por una energía de 25 millones de kilovatios hora. Esto equivaldría al consumo de la ciudad de Córdoba durante un mes, calcularon.

"El fraude no sólo es un delito, sino que también representa un problema para la seguridad de las personas que viven en este entorno", advirtieron fuentes de Endesa. De hecho, en los últimos años se han registrado "numerosos casos" de incendios en instalaciones y viviendas como consecuencia de las manipulaciones en la red.

La lucha contra las conexiones clandestinas incluye inspectores y nuevas tecnologías

En los últimos dos años, el problema ha ido en aumento en Córdoba, de manera que en 2016 se defraudaron más de 50 millones de kilovatios hora, energía correspondiente a los 3.402 casos registrados en la provincia. Esta cantidad supuso un 18% más que en 2015, cuando fueron 2.883, y un 109% más respecto a 2014, cuando se contabilizaron 1.630 conexiones ilegales.

En el conjunto del país, Endesa detectó en 2017 cerca de 67.900 fraudes eléctricos en las zonas en las que opera como compañía distribuidora (Andalucía, Cataluña, Aragón, Canarias y Baleares) y el volumen de energía recuperada rebasó los 761 millones de kilovatios hora, una cifra que equivale al consumo de la ciudad de Hospitalet de Llobregat durante un año. La compañía destacó, no obstante, que esto supone un "descenso significativo" respecto a los 110.000 casos y los más de 1.400 millones de kilovatios hora de energía perdida durante 2016, lo que "demuestra que las campañas de intensificación de la lucha contra el fraude, las nuevas tecnologías utilizadas y la concienciación de los ciudadanos sobre los peligros y perjuicios que supone esta práctica ilegal están dando sus frutos".

Y es que, al margen de cifras, insistieron en que el fraude eléctrico es ante todo "un problema grave para la seguridad y la salud de las personas, tanto para el propio defraudador como para los que le rodean", advirtieron fuentes de Endesa. Así, en los últimos años se han registrado "numerosos casos de incendios en instalaciones y viviendas como consecuencia de dichas manipulaciones" e incluso "se ha tenido que lamentar la pérdida de vidas como consecuencia de ello".

Respecto a los mecanismos para combatir estas prácticas, Endesa explicó que en los últimos años ha reforzado los medios con un aumento de la presencia en campo, la incorporación de más inspectores, un uso intensivo de las nuevas tecnologías y de herramientas de análisis masivo de datos big data. Todo esto hace que la detección del fraude sea cada vez "más efectiva". Por ejemplo, se realizan comparativas entre la energía registrada en los centros de transformación y los suministros alimentados desde dicho centro, lo que permite identificar desviaciones causadas por manipulaciones en contadores, instalaciones o enganches directos. De esta manera, se identifican los fraudes "de manera temprana".

Las nuevas herramientas que se han desarrollado en los últimos años permiten, además, inspeccionar instalaciones enterradas en el suelo o empotradas en las paredes, no accesibles a simple vista para detectar, entre otras manipulaciones, si existen dobles acometidas.

Otra incorporación en la batalla contra el fraude es el uso del big data, que permite agrupar los datos históricos de consumo y contrato de las instalaciones, sobre los que se aplican algoritmos de cálculo para la identificación de posibles fraudes. A partir de esos datos, el personal de Endesa realiza las pertinentes inspecciones in situ para comprobar si la instalación ha sido efectivamente manipulada. Además, este instrumento tiene la ventaja de que los algoritmos aplicados llevan implícito un proceso de aprendizaje que, como resultado de sucesivas ejecuciones, va mejorando los resultados.

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