Detenido un joven por matar a su madre con un arma blanca durante una riña

Un joven de 17 años permanece detenido desde las 23:00 del jueves como presunto autor de la muerte de su madre en la vivienda familiar donde ambos residían, una casa de campo ubicada en el paraje de la Fuente del Grajo, en la zona de la Sierra de Montilla. El suceso provocó una gran consternación en la ciudad, al coincidir la muerte de María del Carmen Raya Luque, de 47 años, con la celebración del Día Internacional contra la Violencia sobre la Mujer. El subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, descartó sin embargo que el suceso se incluya en esta tipología penal, aunque no por ello -lamentó- "le quita ni una pizca de horror" a lo acontecido. Fuentes próximas a la investigación informaron de que el joven pasará esta mañana a disposición del Juzgado de Menores.

Primo Jurado detalló ayer que el crimen se habría producido en el transcurso de una "discusión familiar". La mujer presentaba "evidente signos de violencia" y, aunque la Guardia Civil está aún pendiente del resultado de la autopsia, el subdelegado adelantó que la muerte se habría producido por "golpes y heridas de arma blanca". Primo Jurado también confirmó que sobre la víctima recaía una orden de protección respecto a su exmarido, que se encuentra en prisión por otros motivos "que no eran violencia de género". El jueves mismo por la mañana, a las 11:13, los guardias civiles del puesto de Montilla verificaron que la víctima se hallaba "bien", en aplicación del protocolo de seguimiento de víctimas de la violencia de género.

Conforme avanzaron las horas, se hicieron públicos detalles escalofriantes del suceso. Como los mensajes que el presunto parricida habría publicado en la red social Twitter contra su progenitora días antes del suceso, tuits que fueron borrados ayer por la mañana pero que los agentes están estudiando. "Morirás como viviste; mala persona y egoísta. No se hacen perrerías a quien te lo da todo", es uno de los tuit que el joven publicó a las 09:21 del jueves de la semana pasada, 17 de noviembre. Horas más tarde, lanzaba una nueva advertencia, aunque sin citar a su progenitora: "Si alguien muere no es mi culpa, es de aquellos que se empeñan en apoyar algo sin razón e inmoral". "Tus días están contados", lanzó en otro mensaje.

El alcalde de Montilla, Rafael Llamas (PSOE), confirmó que la mujer recibía ayuda asistencial de los Servicios Sociales del Ayuntamiento al tener una "familia desestructurada" y para mediar en los conflictos familiares que habitualmente sufría. Antes del minuto de silencio con motivo del día contra la violencia machista, el alcalde desveló que el joven le habría comentado a un vecino que su madre había fallecido. Ante el nerviosismo del joven, el hombre se puso en contacto con la Guardia Civil, que inició la investigación en colaboración con la Policía Local de Montilla.

Según Llamas, cuando los agentes constataron "el fatal desenlace", el hijo menor implicó a su hermano mayor, que está siendo localizado porque al parecer residía en un apartamento en la Costa del Sol. Pese a tratarse de una "familia desestructurada", el alcalde lamentó que no existía "ningún indicio" que llevara a pensar a las administraciones "que esto pudiese acabar de una forma problemática". El Ayuntamiento ha decretado tres días de luto por el asesinato. Llamas manifestó sus "condolencias y consternación ante esta situación sin sentido", y en este caso, "una violencia en el entorno doméstico, con la mujer como colectivo más frágil que acaba pagando estas situaciones".

Pese a todas las dificultades por las que había pasado en los últimos años, María del Carmen era una mujer "extrovertida, muy amable y alegre, muy dinámica", como la describió ayer una compañera de la academia de baile a la que madre e hijo asistían desde hace más de un año. "Estamos totalmente en shock, esto era inesperado", dijo. Quienes conocieron en la academia al presunto parricida lo describían ayer como un joven "reservado y serio, aunque muy cariñoso con sus compañeros".

Cursaba segundo de Bachillerato en el instituto de educación Secundaria Inca Garcilaso, aunque fue en las clases de baile donde empezó a socializar. "Él no salía ni tenía amigos, pero ahora había empezado a mantener una relación más estrecha con sus compañeros de la academia", contaron ayer. "Soy un niño raro", les llegó a decir. Su vida se centraba en las redes sociales y, por encima de todo, era fan de la cantante Edurne, cuyo rostro ilustraba su perfil en la red social Twitter y a quien dedicaba gran número de mensajes adulatorios hasta que, hace una semana, por sorpresa, su vida digital empezó a destilar un odio incomprensible. Nadie de su entorno supo interpretar aquellos mensajes.