Agentes de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, dentro de sus labores de inspección y vigilancia, han denunciado a dos personas en el término municipal de Monturque por un posible delito contra la protección de la fauna al utilizar artes ilegales no selectivas para la captura de aves insectívoras. y matar 25 ejemplares de especies silvestres protegidas. 

En concreto, han sido agentes de la Unidad Biogeográfica 5 (Lagunas) los que han tramitado la denuncia por infracciones en materia de conservación, por causar la muerte de nueve zorzales, dos mirlos, siete colirrojos tizones, un jilguero lugano, dos currucas capirotadas, así como un lirón careto y tres lagartijas colilargas. Los ejemplares que habían sido atrapadas por la utilización de métodos de captura prohibidos y no selectivos, denominadas costillas.

Las especies capturadas se encontraban cebadas con hormigas aladas, conocidas popularmente como alúas. En concreto, se intervinieron cuatro frascos de diferente tamaño, tres de ellos en el vehículo de uno de los denunciados, que portaban dichos insectos utilizados como atrayentes para capturar estas aves. Los hechos ocurridos en una zona cultivada de viñedo tradicional de Monturque se completaron con el decomiso de 185 trampas del tipo indicado.

El delegado de Desarrollo Sostenible, Giuseppe Aloisio, ha resaltado que “el trabajo de estos agentes en la protección y conservación de estas poblaciones de aves,  las cuales desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de los ecosistemas naturales, y en especial las aves insectívoras, muy beneficiosas para la agricultura”.

También ha recordado que las especies silvestres, especialmente las amenazadas y sus hábitats, se encuentran protegidas frente a cualquier tipo de actuaciones o agresiones susceptibles de alterar su dinámica ecológica.

La mayor parte de las diferentes especies capturadas se encuentran incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y así como en los Catálogos Español y Andaluz de Especies Amenazadas.

El uso de estos métodos prohibidos de captura presentan un gran riesgo no sólo para las especies de aves que se pretenden capturar, sino también para el resto de especies de fauna silvestre existentes en la zona donde se ubiquen las trampas, que se pueden ver atrapados en ellas.

Los hechos denunciados por los Agentes de Medio Ambiente podrían ser constitutivos de un presunto delito contra la protección de la flora y fauna, recogidos en el Código Penal en base a las especies capturadas, artes decomisadas y a su eficacia no selectiva para la fauna. 

Aloisio ha recordado que, de acuerdo con la normativa actual, está prohibidas la tenencia, utilización y comercialización de todo tipo de instrumentos o artes de captura o muerte de animales masiva o no selectiva. Entre los medios prohibidos se especifican los lazos, cepos y trampas, incluyendo costillas, perchas o ballestas, fosos, nasas y alares, así como venenos y cebos envenenados.