Vega del Guadalquivir

La Danza de los Locos y el Baile del Oso regresan a Fuente Carreteros

  • La Diputación se suma a la petición de que la iniciativa sea declarada Bien de Interés Turístico

Baile del Oso en Fuente Carreteros.

Baile del Oso en Fuente Carreteros. / El Día

La tradicional Danza de los Locos y el Baile del Oso, celebraciones que forman parte de las señas de identidad de esta localidad de la Vega del Guadalquivir y que datan de la época de los pobladores centroeuropeos que colonizaron la zona en la época de Carlos III.

En concreto, es la única fiesta que se conserva de la colonización de Carlos III del siglo XVIII en toda la comunidad autónoma y una tradición que evoca, de forma vistosa y lúdica, un hecho popular como la matanza de bebés por Herodes. Se trata de una jornada que tiene lugar el día de los Santos Inocentes –el 28 de diciembre– y que reúnen a numerosos turistas en este municipio que tiene un millar de vecinos.

El alcalde de Fuente Carreteros, José Manuel Pedrosa (Olivo), ha resaltado que “tenemos la responsabilidad de mantener esta tradición viva, ya que se ha perdido en otras localidades, para lo cual resulta imprescindible que los jóvenes del pueblo la conozcan y la hagan suya”.

Pedrosa ha explicado que “este baile se introdujo con los colonos que llegaron a Fuente Carreteros”, y ha insistido en que “se trata de una danza única y singular, y la tradición cuenta que se realiza para espantar los malos augurios y para pedir que llueva”.

El alcalde ha valorado, además, que “participan niñas en el grupo, lo que supone un paso adelante en la tradición que hasta hace poco era exclusivamente del sexo masculino. Hoy, gracias a estas participantes la mujer también forma parte de la danza”.

Mientras, la delegada de Cultura de la Diputación de Córdoba, Salud Navajas, ha recalcado que “este baile es parte de la tradición y cultura de este municipio, en el que participan muchos vecinos y vecinas”. “Apoyamos esta actividad, en el marco del Programa Singulares, y nos unimos a la petición de que sea declarada Bien de Interés Turístico por la Junta de Andalucía, junto con otras danzas de Fuente Tójar y Obejo”, ha destacado.

En el espectáculo participa una veintena de personas, entre los que se encuentran los músicos y el grupo de locos, jóvenes y niños de la localidad que rotan y se chocan unos con otros mientras hacen sonar las castañuelas de las que penden unas largas cintas de colores. Los bailarines van vestidos de mujer con faldas blancas bordadas, fajín azul, bandas rojas cruzadas sobre el pecho y un pañuelo estampado a la cabeza, para interpretar el papel de madres, mientras que el danzante más joven hace de loquilla, que es el personaje que simboliza la figura del niño Jesús. 

Además, en esta jornada también se ejecuta el llamado baile del Oso, otra tradición de origen Centroeuropeo, con la que se espantan los malos augurios para el año próximo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios