MONTILLa Estudiantes franceses de intercambio conocen la ciudad

Cultura vitivinícola y patrimonio para conquistar a futuros turistas

Por las calles de Montilla se oye hablar estos días en francés, idioma salido de las cuerdas vocales del medio centenar de alumnos de un colegio de la ciudad gala de Mansle que conviven con familias montillanas gracias a un intercambio lingüístico con escolares de los institutos Emilio Canalejo e Inca Garcilaso. Estos jóvenes de entre 13 y 15 años y que estudian niveles equivalentes a la Educación Secundaria Obligatoria y al Bachillerato aseguran que no olvidarán esta experiencia, que les está sirviendo para "aprender mucho de unas costumbres muy distintas a las nuestras", como confirman sus profesoras. Para desterrar a ese olvido, la Corporación municipal, con la alcaldesa, Rosa Lucía Polonio, a la cabeza, les hizo entrega de unos libros que detallan los rincones turísticos más importantes de Montilla.

Los profesores que acompañan a los alumnos tampoco volverán a su tierra sin un recuerdo físico de los que obligan a la mente a echar de menos algo que se ha conocido. "Les hemos ofrecido una botellas de buen Montilla-Moriles por deferencia del Consejo Regulador", insistió la alcaldesa, ávida de que esos caldos y los libros se conviertan en presentes que conquisten las ganas de volver de los obsequiados galos.

Los alumnos franceses devuelven así la visita efectuada a Mansle antes de Semana Santa por parte de alumnos del Emilio Canalejo y del Inca Garcilaso. "Además de convivir con las familias y ver la diferencia de costumbres que hay en España con respecto a Francia, han asistido a los institutos montillanos y han realizado visitas a distintas ciudades andaluzas como Sevilla, Granada y Córdoba", explicó la profesora del Emilio Canalejo Rosa Cobos. Este tipo de intercambio se ha retomado este año después de casi siete sin realizarse, según detalló la profesora de Francés del Inca Garcilaso Francisca Redondo.

Corin Vandeende, profesora que acompaña al medio centenar de alumnos, afirmó que "lo de compartir y vivir con las familias montillanas, además de conocer esta tierra, es algo que ha hecho muy feliz a los chicos", que retornarán a ese municipio del centro-oeste de Francia y que dista unos 400 kilómetros de París con vino y patrimonio turístico 'made in Montilla', "para que nunca olvidemos lo que aquí siempre nos esperará si decidimos volver", apostilló.

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