Córdoba se convierte en un referente para la modernización del regadío andaluz

Las jornadas técnicas desarrolladas ayer en el Hotel Córdoba Center de la capital, organizadas por la Consejería de Agricultura y el Grupo Joly, dejaron claro el peso específico de la provincia de Córdoba en el proceso de modernización de los regadíos andaluces. Tanto los representantes de las administraciones como los propios agricultores reconocieron el proceso de restauración de los sistemas de gestión y uso del agua que se ha desarrollado en los últimos años en el territorio cordobés y cómo esa apuesta tecnológica y económica de este sector productivo se ha convertido en un referente para el resto de las provincias de la comunidad autónoma.

"Córdoba es el ejemplo de la modernización del riego en Andalucía y un buen ejemplo para el resto de provincias", comentó el director general de Regadíos y Estructuras de la Consejería de Agricultura, Tomás Martínez, quien añadió que por ello "no es casual" la elección de Córdoba como sede de este encuentro técnico, que reunió a más de un centenar de personas. Martínez dirigió la última de las ponencias de la jornada, en la que explicó la serie de ayudas que la Administración andaluza prepara de cara al próximo marco europeo, que se prolongará hasta 2013.

El delegado de Agricultura, Francisco Zurera, aportó el dato de que en la provincia de Córdoba se han modernizado la gran mayoría de los regadíos. Así, especificó que "en los últimos diez años se ha actuado en la totalidad de las comunidades de regantes y en los últimos seis en el 90 por ciento de la superficie de regadío" que gestionan los colectivos de comuneros.

Zurera apuntó que "el esfuerzo público y privado movilizado en la mejora y modernización de las instalaciones ha alcanzado cifras muy significativas", de manera que la inversión ha superado ampliamente los 100 millones de euros y las ayudas públicas más de 60 millones. "En definitiva, la gran mayoría de los regadíos de Córdoba están modernizados, quedando tan sólo, salvo excepciones, los pequeños huertos tradicionales de pequeños regantes que tienen un importante papel paisajístico, ecológico y social", resumió el delegado.

Tomás Martínez introdujo otro elemento en el debate al decir que el regadío actual tiene "unas connotaciones que van más allá" del concepto originario de que el agua en la agricultura sólo fijaba la población en el medio rural y surtía los mercados. El dirigente autonómico indicó que en la actualidad ha surgido un subsector muy potente de industria agroalimentaria que es el segundo del estado en importancia después de Cataluña, pero con la diferencia de que estas empresas se ubican en el medio rural en el caso andaluz, mientras que en tierras catalanas se concentran alrededor de cinturones industriales.

En la apertura del acto, el directo de el Día, Luis Pérez Bustamante, calificó al sector agrario como "determinante" para la economía cordobesa, a la vez que insistió en unir el sector agrario a la investigación y al desarrollo. Luis Pérez recalcó que "Córdoba tiene ejemplos a nivel nacional" de infraestructuras de riego de primer nivel, como es el caso del Genil-Cabra, en la Campiña Sur.

El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Córdoba, Francisco Cobos (IU), abogó en su intervención por la tecnología para paliar déficits "de un país seco". El edil también apoyó "nuevos sistemas de cultivos" que ahorren más agua.

Entre los asuntos que también salieron a la palestra en este encuentro estuvo la necesidad de no permitir la implantación de nuevos regadíos, el llamado crecimiento cero, ya que hubo unanimidad a la hora de reconocer que la gestión y la reducción en la demanda y el consumo no será posible si se permiten más hectáreas de tierra regadas. Así, el profesor Emilio Camacho alertó de que la superficie regable ha aumentado un 60 por ciento en los últimos 12 años y un 500 por ciento en los últimos cien.

Córdoba, que se encuentra ubicada en la parte media de la Cuenca del Guadalquivir, tiene en la actualidad una superficie con posibilidad de ser regada que roza las 100.000 hectáreas, de las que el 56 por ciento son regadíos de iniciativa pública y el 44 de iniciativa privada, según los datos facilitados por la Delegación de Agricultura. El 60 por ciento de esas tierras se encuentra agrupado en comunidades de regantes y el 40 en explotaciones individuales, en su mayoría por ser regadíos de tomas directas de los ríos Guadalquivir, Guadajoz o Genil, además del aprovechamiento de aguas subterráneas. Estas cifras suponen el 12 por ciento de las tierras cultivadas en todo el territorio cordobés.