El Consistorio actúa en el Junquillo tras el hundimiento de una ladera
La rotura del sistema de captación de aguas ha causado una gran degradación del subsuelo
El Ayuntamiento de Cabra se vio obligado a realizar ayer una actuación de emergencia en la parte baja del parque de la Tejera, concretamente en la zona del Junquillo, tras los movimientos del terreno producidos durante las últimas semanas que han provocado el hundimiento parcial de la ladera que separa la calle Andovalas y la caseta municipal.
Tras una inspección inicial realizada con cámaras subterráneas se detectó una doble avería en el sistema de captación de aguas pluviales y su conexión con uno de los colectores situados en la parte baja del parque, lo que ha supuesto que durante años el agua de lluvia no haya sido conducida por este sistema. Las fuertes lluvias de las últimas semanas han hecho que el problema dé la cara a través de este vencimiento del terreno, cuyo subsuelo ha sido lavado durante años por este escape que ha ido eliminando parte de la ladera.
Según el concejal de Urbanismo y Obras del Consistorio egabrense, Juan Ramón Pérez (PP), durante los últimos años se venían produciendo en este área una serie de movimientos de tierra "que se podían comprobar en los adoquines que formaban parte del pavimento, en farolas y demás mobiliario urbano instalado por la zona", lo que puso sobre aviso a los responsables municipales después de conocer el hundimiento parcial de la ladera y la aparición de un socavón en la calzada de la calle "que afectaba al tráfico de peatones y vehículos", señaló.
Tras el oportuno sondeo se detectaron varios problemas, el primero de ellos producido por la rotura del colector superior cuya base se encontraba partida y vertía el contenido directamente al terreno. A consecuencia de esta avería que provocó la cesión de parte del subsuelo, la tubería que conecta este silo con la arqueta de la red principal (conducción de aguas fecales y de desecho) terminó por moverse rompiendo los ensambles con ambos vasos y, por tanto, creando otro escape más. "Inmediatamente se acordonó la zona y ese dispositivo de obras que estaba previsto acometer más adelante" se comenzó a realizar "de emergencia por la gravedad y el peligro que suponía para todas las personas que podían pasar por ahí", afirmó el edil.
La actuación, con cargo a un fondo de emergencia estipulado en los presupuestos municipales, ha consistido en el desmontaje y destierro completo del talud para dejar al descubierto las conducciones averiadas, rellenando y compactando con maquinaria pesada la base de la ladera (a modo de muro) y sustituyendo el anterior colector de hormigón por uno nuevo de polietileno, "un material más flexible que permite algún movimiento del terreno", indicó Pérez.
El pozo inferior donde va a parar el agua recogida por el colector también se encuentra desplomado más de medio metro sobre su posición vertical natural, una situación que será corregida en estos días, según aseguró el concejal, por medio de un camión pluma que lo elevará para "reorientarlo, calzarlo a través de una cama de hormigón y dejarlo en vertical".
La cercanía del pozo con la base de la caseta municipal ha podido ser el desencadenante del estado actual que ésta presenta y que obligó hace algunos años a clausurarla por peligro a que algunos de sus elementos estructurales se desprendieran. Sin embargo Pérez comentó que en ningún caso esta infraestructura presenta daños estructurales, justificando su aspecto exterior, con importantes grietas, en que los recubrimientos de ladrillo no han podido aguantar la presión del terreno y han cedido.
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