Concluyen las obras de la Tejera tras una inversión de unos 40.000 euros

La actuación se ha centrado en el desmontaje y destierro del talud para dejar al descubierto las conducciones averiadas

Fernando Priego y Juan Ramón Pérez, ayer en el parque.
Fernando Priego y Juan Ramón Pérez, ayer en el parque.

Ya han concluido los trabajos de emergencia que el Ayuntamiento tuvo que realizar hace unas semanas tras detectarse un hundimiento en la ladera del parque de la Tejera, concretamente, en la zona de la calle Andovalas que también se vio afectada y debió ser cortada al tráfico de vehículos y personas durante varios días. Esta actuación ha supuesto una inversión de unos 40.000 euros y, además de las reparaciones del sistema de captación y conducción de aguas, también ha servido para acondicionar la rampa que une esta calle con los aparcamientos del Junquillo, que a causa de los movimientos del terreno varió la inclinación que permite la evacuación de aguas enviando el flujo hacia los edificios anexos en lugar de a los jardines donde debería acabar.

La obra ha consistido en el desmontaje y destierro completo del talud para dejar al descubierto las conducciones averiadas, rellenando y compactando con maquinaria pesada la base de la ladera -a modo de muro- y sustituyendo el anterior colector de hormigón por uno nuevo de polietileno que lo hace más flexible de cara a futuros movimientos del terreno. Para evitar que se vuelva a repetir esta situación se ha revestido la nueva conducción con hormigón y cosido a su vez al nuevo muro de manera que si se volviera a repetir esta situación "quedaría suspendida pero no se rompería", según explicó ayer el concejal de Obras y Urbanismo, Juan Ramón Pérez (PP).

El pozo inferior donde va a parar el agua recogida por el colector también se ha reconstruido puesto que se encontraba desplomado más de medio metro sobre su posición vertical natural. Según el alcalde de Cabra, Fernando Priego (PP), "detectamos que era una avería de una envergadura muy considerable" pues el agua "estaba lavando el terreno desde hace años" y suponía un peligro para los vecinos de la zona. La cercanía de la zona averiada con la base de la caseta municipal también pudo ser el desencadenante del estado actual que presenta y que obligó hace algunos años a clausurarla por peligro a que algunos de sus revestimientos exteriores se desprendieran.

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