Comienza el juicio por la muerte de dos personas tras un accidente en la N-432
La acusación trata de convencer al juez de que el coche de pruebas iba a más velocidad de la permitida en esa vía


Después de más de año y medio desde que se produjo el accidente en la N-432 tras el que perdieron la vida José González y Sagrario Chamizo -hijo y madre-, ayer comenzó en Peñarroya-Pueblonuevo la vista en la que se deben juzgar los hechos. El suceso se produjo en enero de 2008 cuando un coche de pruebas Audi A6, que conducía R. M. S. S., de 29 años, embistió por detrás a un Seat Ibiza conducido por José González, de 43. Tras casi tres horas de juicio, el juez decidió aplazarlo por petición de la acusación particular, tras haber presentado la defensa unos informes periciales de los que la acusación no tenía conocimiento. Entre las cosas que quedaron claras está que los fallecidos estaban circulando y no parados en la carretera como se había manifestado. El abogado de la defensa, Enrique Montero, dijo que "se ha presentado la prueba testifical y la pericial de la Guardia Civil, pero se ha suspendido por otras pruebas y porque unos testigos de la acusación no han asistido". Respecto a la próxima vista, que se celebrará el 11 de noviembre, indicó que "va a ser relevante, ya que demostraremos que el acusado no es responsable del accidente". Del posible exceso de velocidad como causa del siniestro, el letrado dijo que "en el informe técnico que ha presentado la Guardia Civil, no se puede saber la velocidad a la que iba el acusado".
No obstante, el abogado de la acusación, Rafael Vascón, precisó que "los peritos tienen informes en los que queda demostrado que iba a una velocidad excesiva, en torno a 130 ó 140 kilómetros por hora, cuando en esta carretera no se pueden sobrepasar los 100, y las víctimas del accidente circulaban a la velocidad adecuada, entre 80 y 90 kilómetros por hora". Vascón incidió en la velocidad, ya que se había apuntado que esta empresa podría tener un permiso para poder circular a mayor velocidad de la permitida, "y sólo pueden circular a 100 kilómetros por hora, ya que tenemos informes tanto de la Dirección General de Tráfico, como del Ministerio del Interior, en los que se deja claro que no tienen ninguna autorización para circular a mayor velocidad de la permitida".
El abogado de la acusación destacó la labor del hijo y hermano de las víctimas, Domingo González, "para tratar de que algo así no se vuelva a producir", hablando con los ayuntamientos de la comarca para que los coches de pruebas no circulen por las carreteras.
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