Los Pedroches

La Plaza de España de Villanueva de Córdoba revive el ritual de la matanza

  • Música de diferentes estilos, gastronomía, mercado popular y talleres para niños completan la amplia oferta de una jornada muy consolidada ya en el calendario festivo del final del invierno en la comarca

Público participante en la cita

Público participante en la cita / El Día

La Plaza de España de Villanueva de Córdoba ha vuelto a revivir un ritual muy arraigado en la comarca de Los Pedroches. Como cada año, cientos de personas de toda esta comarca y de las provincias más cercanas han vuelto a disfrutar de la Fiesta de la Matanza y de la Artesanía Popular de Villanueva de Córdoba , que en esta ocasión ha cumplido su XVI edición. Y lo han hecho en medio de un gran ambiente, al que sin duda han contribuido unas temperaturas primaverales, sobre todo, en los momentos centrales de la jornada.

El minucioso despiece, el aliñado y adobado de carnes y piezas ha sido desarrollado por un equipo de tres matanceros y tres matanceras y explicado y conducido por la periodista de Radio Luna Caty Escribano.

Al frente del proceso, Francisca Ranchal Castro, matancera mayor de este año y perteneciente a una familia de reconocido prestigio en todo lo que rodea al cerdo ibérico y sus productos de máxima calidad. Ya desde el mediodía muchas personas procedentes de toda la comarca, de Sevilla, Jaén, Castilla la Mancha, Extremadura e incluso de Alemania ha seguido con total atención el proceso matancero, que tiene tantos secretos y modalidades como pueblos y elaboradores.

La matancera mayor, Francisca Ranchal Castro. La matancera mayor, Francisca Ranchal Castro.

La matancera mayor, Francisca Ranchal Castro. / El Día

La alcaldesa de Villanueva de Córdoba, Dolores Sánchez, ha destacado la importante afluencia de público y, en el acto institucional, ha agradecido a todas las empresas y vendedores que se dan cita en un evento ya muy consolidado en el calendario festivo de final del invierno en Los Pedroches. Sánchez ha destacado los valores que entrañan personas como Francisca Ranchal en la conservación de las tradiciones: “Forman parte de nuestro legado y su conocimiento debería pasar entre generaciones”, ha expresado la alcaldesa.

Francisca Ranchal ha explicado todos los pormenores del aliño de la morcilla, de los tipos de morcilla, de lo “trabajosa” que es, del chorizo y de lo que se hace recientemente con las partes nobles del cerdo ibérico. La matancera mayor de este año es hija de la que fuera primera matancera mayor hace 16 ediciones, Isabel Castro, y su padre fue el gerente del que fuera prestigioso matadero de La Salchi de Pozoblanco. “El fallecimiento prematuro del padre de Francisca la ha llevado junto a su madre y hermanos a tener una vida de constante trajo”, ha explicado la alcaldesa.

Participantes en la Fiesta de la Matanza Participantes en la Fiesta de la Matanza

Participantes en la Fiesta de la Matanza / El Día

Al mediodía se ha degustado el molondrosco, como se llama a la masa de la morcilla en Villanueva de Córdoba, en la Plaza de España, junto a los platos de lechón, carnes a la plancha, embutidos y quesos de la zona. Todo ello en un gran festival gastronómico. Tanto las visitas guiadas -Audiencia, Museo de Historia Local, Centro de Interpretación de la Dehesa, Refugio e Iglesia de San Miguel- como los recorridos por las dehesas y zonas más emblemáticas de Villanueva han tenido un importante seguimiento, de hecho incluso este año han llegado hasta la localidad varios autobuses atraídos por un programa que incluye actuaciones musicales durante todo el día y el sorteo del apadrinamiento de un cerdo ibérico de bellota, algo ya habitual en los últimos años.

El folk de Jara y Granito junto al grupo local de jotas, el flamenco de Antonio de Pozoblanco y María Calero y la animación de la charanga Pata Negra y del Grupo Abril han completado la oferta musical de la fiesta. En lo económico, más de 30 empresas han ofrecido sus productos gastronómicos y artesanos en distintos puestos en la plaza y calles aledañas.

La matanza es un procedimiento de sacrificio de uno o varios cerdos que nació con el objetivo de aprovechar la carne del marrano y a menudo para proporcionar embutidos durante un año para la alimentación de una familia; además de manteca para usar durante varios meses. Se trata de una costumbre popular de diversos países europeos, generalizada desde tiempos remotos y realizada de forma artesanal, con diversas peculiaridades en función del lugar en que se celebra. Se efectúa una vez al año, generalmente coincidiendo con los meses más fríos del invierno. Suele tener un lado festivo y de celebración, además del económico.

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