El Centro de Salud de Fuente Palmera se ha convertido en el primero de la provincia en establecer un plan de accesibilidad para personas con trastorno del espectro autista (TEA). El acto de presentación de esta iniciativa ha contado con la presencia del director del centro, Ramón Cárdenas; el director del Distrito Córdoba-Guadalquivir, José Manuel Cosano; el presidente de Autismo Córdoba, Miguel Ángel López, y la coordinadora de este proyecto y responsable de este área en Autismo Córdoba, Miriam Muñoz.

El presidente de Autismo Córdoba y el director del Distrito Córdoba-Guadalquivir destacaron durante el acto que la implantación de este proyecto es la primera parte de un plan de accesibilidad más completo que se quiere poner en marcha en la totalidad de centros sanitarios del área, que forman parte de la red de asistencia  primaria de la capital y de los municipios de la Vega, Alto Guadalquivir y parte de la Campiña Sur. Esta iniciativa ya instaurada en Fuente Palmera permite que estas instalaciones cuenten con apoyos visuales y una serie de guías adaptadas para que sea más fácil la adaptación y comprensión por parte de las personas con autismo, a la vez que se persigue facilitar la labor de los profesionales sanitarios cuando se dirijan a estos usuarios.

"Estos apoyos visuales y estas guías permiten que una persona con autismo pueda comprender mejor, por ejemplo, que va a someterse a una extracción de sangre o que va a ser atendido por un pediatra o médico de familia cuando acude al centro de salud. Los apoyos visuales y la anticipación son fundamentales en el día a día de las personas con TEA y muy necesarios, sobre todo, cuando carecen de lenguaje verbal o el mismo es muy limitado",  explicó Miguel Ángel López. 

Por otro lado, para lograr un más adecuado uso de este plan de accesibilidad se ha ofrecido a los profesionales que trabajan en este centro de salud información sobre los aspectos básicos de los TEA y la utilización de estos materiales adaptados. En ese sentido, López recordó la importancia del uso de estos apoyos visuales y guías adaptadas en diferentes ámbitos públicos, como puedan ser los centros de salud, hospitales, urgencias, espacios y transportes públicos, museos, centros educativos, deportivos y de ocio para garantizar una mejor adaptación y comprensión, no solo por parte de las personas con trastorno del espectro autista, sino por otras muchas que presentan trastornos del desarrollo, enfermedades u otros problemas de salud o físicos que les impiden establecer una comunicación normalizada.