El Castillo de Dos Hermanas de Montemayor afronta un año clave para su apertura al turismo. El Ayuntamiento ultima los detalles burocráticos para el inicio de dos nuevas fases de excavación, al tiempo que habilita un pequeño centro de recepción de visitantes con la idea de poder organizar visitas guiadas a lo largo de 2024. El alcalde, Antonio García (Contigo), ha explicado que están a la espera de las últimas autorizaciones de la Delegación de Cultura para iniciar estos trabajos, con la previsión de que puedan empezar en las próximas semanas y en los que se invertirán 100.000 euros.

Como centro de recepción, el Ayuntamiento ha adquirido un contenedor de barco de 12 por tres metros, "que se está acondicionando adecuadamente" y se ha instalado a los pies de la fortaleza, una vez que se cruza el arroyo Carchena desde la carretera. "Queremos que el pueblo de Montemayor haga suyo este proyecto, que confiamos en que se convierta en un revulsivo muy importante para el turismo, pues el Castillo se encuentra en uno de los paisajes más bonitos de la Campiña de Córdoba", ha subrayado.

La idea es utilizar el nuevo equipamiento para distintas actividades como catas de vino y como apéndice del Museo de Ulia, como ha explicado el primer teniente de alcalde y delegado de Cultura, Antonio Soto. Será, además, el punto de acceso de las visitas guiadas al enclave, que cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), con paneles que explicarán cómo pudo ser el monumento y cómo evolucionó con el paso de las décadas.

El Ayuntamiento adquirió la fortaleza en 2014 y, desde entonces, ha realizado varias intervenciones arqueológicas que han descubierto buena parte del antiguo edificio. Las dos que se harán en las próximas semanas se centrarán en el patio y en la zona de acceso.

El alcalde se ha mostrado especialmente esperanzado con los trabajos en el núcleo central del Castillo: "Los especialistas están entusiasmados por que, por fin, pueda aparecer lo que era el aljibe", subraya. A este respecto, Soto recuerda que hasta el momento se han excavado tres de los cuatro laterales, donde se han descubierto las caballerizas, restos de un hogar y otros espacios cuyo uso los historiadores aún no han definido. Falta por descubrir el cuarto lateral y la zona central, la que más expectativas genera no solo por lo que pueda encontrarse, sino porque terminará de definir la distribución completa del inmueble. 

Para el municipio de Montemayor, además, "no son solo piedras", como subraya el teniente de alcalde, sino que ahí, sepultado por la tierra, se encuentra el origen del municipio de la Campiña Sur cordobesa. 

La zona de acceso

Restos del Castillo de Dos Hermanas, en Montemayor.

Respecto a la zona de acceso, las actuaciones comprenden la consolidación de fábricas mediante limpieza y consolidación de mampostería, rejuntado con mortero de cal, refuerzo con malla de fibra de vidrio, inyecciones de mortero de cal en muros, consolidación de paramentos con hidróxido de calcio, tratamiento de hidrofugación, desbroce y eliminación de vegetación parásita, consolidación de coronación de estructuras, restitución volumétrica de muros con interposición de perfil de plomo y enfoscados con mortero de cal.

En cuanto al apartado de terminaciones, incluye la colocación de lámina geotextil, engravillado, reintegración de pavimento con laguna de mortero, reposición de pavimento de piedra preexistente, consolidación de pavimento empedrado y tratamiento superficial con hidróxido de calcio.

El Castillo de Dos Hermanas de Montemayor está inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA) por la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía y tiene un entorno de protección constituido por las parcelas y espacios que lo circunden hasta la distancia de 200 metros en suelo no urbanizable. Ocupa un pequeño cerro ceñido al sur por el arroyo Carchena, en un entorno rural de campos cultivados. El entorno es un yacimiento arqueológico con restos desde el Calcolítico. 

Lo que ahora se puede ver es una antigua fortaleza medieval, además de un asentamiento orientalizante, ibérico y romano, origen de la población de Montemayor, que se trasladó a su actual emplazamiento en el siglo XIV. La fortaleza tendría planta cuadrangular de unos 42 por 40 metros, con una cortina central que la dividiría en dos recintos. El conocimiento de la organización y estructuras del castillo se ha incrementado con las intervenciones arqueológicas realizadas.

Se ha estudiado la torre de planta cuadrada en la esquina noreste, que se entrega a los lienzos norte y este, y conserva su base maciza hasta la altura de la cámara, que se correspondería con el nivel de los adarves. Presenta fábrica de mampostería y sillarejo regularizado con lajas de piedra y es la torre mejor conservada del recinto.

En cuanto al lienzo este de muralla, está construido con zócalo de mampostería y alzado de tapial. Con la intervención arqueológica realizada en 2019 se ha puesto al descubierto una falsabraga medieval en su tramo sur.

La investigación en los restos de una torre en la esquina sureste arroja que ha perdido sus muros exteriores, conservándose sólo el núcleo interior, muy degradado, hasta la altura de la meseta del patio de armas.

El lienzo sur de muralla, también construido con zócalo de mampostería y alzado de tapial, enlaza con los restos de una torre que apenas conserva parte de sus muros exteriores y que estaría en relación con otra avanzada que se proyecta en la ladera, conservando únicamente su núcleo interior. Por delante de este muro corre una falsabraga y al interior del patio de armas se ha documentado una crujía usada como caballerizas.

También se han estudiado los restos deteriorados de otra torre en la esquina suroeste, el lienzo de muralla que cierra la fortaleza por el norte, así como el lienzo interior donde se aprecia una puerta de grandes proporciones con arco de medio punto en su extremo sur.

Las investigaciones apuntan que es posible que el núcleo original del castillo fuese el recinto situado al este, configurándose el patio oeste como una albacara. La construcción medieval islámica estaría formada por lienzos de tapial sobre zócalo de mampostería, ampliándose las defensas en el periodo bajomedieval cristiano con fábricas de cantería. Está constatado el abandono, saqueo y desmonte de las estructuras del castillo en época moderna, colmatándose progresivamente con tierras.