Puerto del Calatraveño

Canciones para tiempos de recesión

  • La Diputación se gastará parte de los 33,3 millones de euros que le han sobrado de la liquidación del presupuesto de 2008 en medidas para generar empleo y en aliviar déficit de empresas públicas

CUANDO era más joven, me parecía que la vida era tan maravillosa, un milagro, era hermosa, mágica [The logical song, -la canción lógica-, Supertramp]. Pero crecí y ese optimismo existencialista que me impregnaba, apoyado a veces en mi subconsciente por la estrofa de ese grupo musical inglés, se tambaleó una y otra vez víctima de la crisis, ¿qué crisis? -también musicada por Supertramp pero en la versión crisis?, what crisis-. En estos tiempos en los que muchos están condenados a vivir estampas como las del protagonista de la portada del supertrampniano disco Famoust last words [famosas últimas palabras], un funambulista haciendo camino al andar sobre el alambre y sin red que lo proteja de una caída en la crisis, ¿qué crisis?, uno escucha que la Diputación se va a gastar parte de lo que le sobró de la liquidación del presupuesto de 2008, unos 33,3 millones de euros en medidas contra la recesión económica y... digiere la noticia confiando en que esa enésima fórmula contra la recesión destierre del pensamiento de mucho soñador, "tu no eres nada más que un soñador, pon tu cabeza entre tus manos y despierta" -que entonara la banda de Roger Hodgson y Rick Davies-.

Uno lo escucha y vuelve the logical song a mi mente poniéndome en la piel, si es que es fácil ponerse, de muchos de quiénes pasan las mañanas revisando ofertas de empleo como quien busca alimento en un contenedor. De momento, los 33,3 millones de euros son dinero fresco, contante y montante a disposición de lo que diseñe la mesa de concertación social -donde se sientan sindicatos y empresarios junto con el Consorcio Provincial de Desarrollo Económico de la Diputación-, todo un bálsamo marca give a little bit -dale un trocito al paradito- que puede ser pócima de Trombocit para aliviar los dolores opacos que propina la crisis, ¿qué crisis?, even in the quietest moments -incluso en los momentos más calmados-, si es que los hay.

Parte de esos millones son jarabe recetado por el médico de la concertación para aliviar los constipados con fiebre de déficit y revestidos de enfermedad crónica de las empresas públicas Emproacsa y Epremasa, que no pierden ni aceite ni, respectivamente, agua y basura, pero sí dinero.

No hará falta un desayuno en América, como cantaban los Supertramp, para diseñar esas medidas, algunas de las cuáles puede que sean fruto de un desayuno en Puerto Rico -bar que hay junto a la sede de la Diputación-, ni siquiera se sabrá cómo mermarán la crisis, ¿qué crisis? de algún que otro cordobés. Es todo un dilema porque cada día it,s raining again -llueve de nuevo- sobre mojado sobre las cifras del paro.

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