La Cañada Real de la Mesta, un bien público "de incalculable valor" y antaño vía de paso fundamental para el ganado trashumante, devuelve en el siglo XXI un reflejo muy triste de aquello que fue para Los Pedroches. "Permanece olvidada y usurpada de sus usos tradicionales. Es un verdadero basurero", denuncia Carmen María Ayuso, presidenta de la asociación Entrehinojos, un colectivo de Hinojosa del Duque que este domingo 3 de abril organiza un acto reivindicativo para reclamar su recuperación con motivo del II Día de las Vías Pecuarias y Caminos Públicos.

En una zona de pujanza ganadera desde antaño, la Cañada Real de la Mesta o de las Merinas ha sido históricamente una fuente de riqueza. Una de sus muchas singularidades es que va de Este a Oeste, cuando en la península todas las demás canalizan el paso de Norte a Sur. Unía dos comarcas ganaderas muy potentes, como son el Valle del Alcudia en Ciudad Real y la comarca de Tierra de Barros en Extremadura, sin olvidar que suponía una circunvalación por el Sur a la gran comarca de la Serena extremeña; todo ello, sin desmerecer a Los Pedroches como zona "clave" para los ganados trashumantes, recuerdan en Entrehinojos.

Con sus 75 metros de ancho, el equivalente a 90 varas castellanas, la senda era una "auténtica autopista para los rebaños". Ahora, a su paso por Hinojosa, es un "verdadero estercolero". Puede resultar paradójico, porque es lo que ha sido siempre, dice Ayuso con algo de sorna: "A la salida del municipio, se solían ubicar los muladares y vertederos propios de una ciudad de entonces. Si bien, imaginad el problema que supone el aumento en la producción de residuos actuales de todo tipo".

Porque lo que ahora se acumula no es el estiércol de los animales. Entrehinojos hace hincapié en los vertidos de neumáticos de tractores que pespuntean buena parte del trazado: "Hay montones de ellos. Son residuos caros de gestionar y debe haber algún vecino incívico y avispado que no cumple las normas". En el pasado, la Junta de Andalucía, Administración competente, acometió su limpieza y el sellado de vertederos en varias ocasiones, si bien lleva "bastantes años" sin intervenir, y "la acumulación de residuos ilegales es cada vez más impactante".

Pero la Cañada Real de la Mesta no es solo una senda más sucia, sino también más estrecha que hace décadas. "Otro problema acuciante es que cada vez hay más ocupaciones por parte de linderos, y son cada vez más los propietarios que se adueñan de su espacio reduciendo su anchura a la del camino interior que transita por ella", advierte Ayuso. 

"Esta cañada forma parte de nuestra historia, y es un patrimonio cultural e histórico de todos, que en los nuevos tiempos puede y debe cumplir un papel de corredor y vía verde de esparcimiento de la población. Resulta vergonzante que en la actualidad se encuentre en semejante estado de abandono", censura Entrehinojos, que solicita a la Junta que disponga la "limpieza inminente" del lugar. El colectivo también reclama la "custodia necesaria" para que "ningún incívico pueda volver a depositar residuos o propiciar ningún otro maltrato a este patrimonio".

Entrehinojos ha avanzado asimismo que reclamará que se abran los "procesos legales necesarios" contra quienes están ocupando la cañada "impunemente". Para ello, solicitarán los "oportunos deslindes en los tramos que sean necesarios".

La reivindicación que ahora empieza no termina ahí. El colectivo propone que la cañada se dote de infraestructura interpretativa "en sentido histórico, cultural y deportivo" con el objetivo de "convertirla en un motor de desarrollo de turismo de naturaleza en la zona". "En este proyecto deben participar todos los organismo locales implicados en el sector, en lo que sería una ruta por etapas de referencia en las comarcas de Los Pedroches y el Alto Guadiato", proponen como un reto a largo plazo. La Cañada Real de la Mesta arranca en el puerto del Mochuelo, en el término municipal de Torrecampo, hasta Fuente Obejuna, con un trazado de 100 kilómetros aproximadamente.