Tres años después, sigue sin haber fecha para la implementación definitiva de las cámaras de control del tráfico localizadas en puntos estratégicos del entorno del casco histórico de Lucena.

Antes de la conclusión del ciclo político que expiró en 2019, el Ayuntamiento procedió a la instalación de estos dispositivos automáticos en calles como Ballesteros, Canalejas, El Peso y Plaza Alta y Baja. La restricción del paso de vehículos, reforzando la prohibición con la lectura constante de matrículas, motivó, en su momento, la adquisición y la colocación del sistema de videovigilancia.

Cambios de criterios administrativos y aplazamientos intermitentes han trasladado una sensación de vacilación, desde el Consistorio, en la culminación de esta iniciativa que se enfrenta a la reacción popular.

A principios del pasado año cristalizaban los últimos trámites preceptivos acerca de la ordenanza municipal que ha de especificar, por ejemplo, las excepciones a la limitación del tránsito rodado en las vías Ballesteros, Plaza Alta y Baja, Barahona de Soto, El Peso y Canalejas, así como distintas calles adyacentes a estas zonas de prioridad peatonal.

En algunos puntos, como el inicio de la calle Ballesteros, la señalización horizontal deniega la circulación desde el cruce con calle Álamos, una directriz, a menudo, vulnerada.

En septiembre del pasado año, por acuerdo plenario unánime, el Ayuntamiento resolvía diferir por la pandemia, sin plazo concreto, el proceso de presentación de solicitudes relativas a la petición de autorizaciones para recorrer con vehículos los sectores limitados. Estos consentimientos se concederán a residentes, propietarios de domicilios o cocheras, familiares de personas dependientes, habitantes de viviendas estacionales y titulares de establecimientos públicos.

Cuestionado sobre la demora pertinaz en el inicio del funcionamiento de estas cámaras, el concejal responsable de Seguridad Ciudadana, José Pedro Moreno (PSOE), ha argumentado que a fin de evitar “el colapso de personas” y “masas incontroladas” en el Ayuntamiento aún no se abrirá el período correspondiente –de unos dos o tres meses- a la presentación de la documentación requerida al objeto de obtener los permisos excepcionales.

El edil socialista ha descartado realizar esta diligencia por vía telemática porque resultaría complejo “para las personas mayores” y, por lo tanto, aboga por “la cautela” y “ponerlas en marcha cuando llegue en su momento” ya que el “la pandemia todavía está en un nivel alto”.

En cualquier caso, José Pedro Moreno ha sostenido que “no hay miedo” a iniciar la regulación del tráfico con estas cámaras y que, antes o después, se efectuará ya que “no es que no se quiera, pero vamos a prevenir”.

El Ayuntamiento de Lucena contemplaba “uno o dos meses de prueba”, cuando entré en funcionamiento, de manera concluyente, estas cámaras, con la finalidad de habituar la ciudadanía.