Bujalance y Aguilar tardarán casi una semana en recuperar la normalidad

Aguilar de la Frontera y Bujalance se recuperan aún de los temibles efectos de la tormenta del pasado lunes, pero la normalidad tardará en restablecerse. Así, los trabajos de limpieza y adecentamiento de espacios públicos se prolongará casi una semana más, según han confirmado a El Día tanto el segundo teniente de alcalde aguilarense, Francisco Juan Martín, como la primer teniente de alcalde bujalanceña, María José Yebras.

"No hay sensación de normalidad porque no puede haberla después de una tragedia como esta", dijo Francisco Juan Martín, quien indicó que los trabajos de limpieza de calles y el baldeo van a seguir unos días, "puesto que incluso hay dependencias municipales en las que no hemos entrado". El edil recordó que el Consistorio está contratando personal para colaborar en estas tareas e incidió en que en unos días "tendremos que empezar a mirar los caminos, porque cuando empiece la vendimia en esta zona, que da muchos jornales, las vías de comunicación serán esenciales". En Aguilar ha sido necesario desalojar a una familia de una vivienda y se va a proceder al derribo de la misma.

En cuanto al funcionamiento de la oficina de atención a los damnificados, Martín señaló que "la tenemos abierta mañana y tarde y ya son unas 300 las familias que se han acercado" para dar cuenta de las pérdidas que han sufrido en sus viviendas.

Las labores de limpieza continúan también en Bujalance, donde los bomberos y el personal del Ayuntamiento aún retiran lodo y barro de las calles. María José Yebras informó de que esas labores se prolongarán "como poco" hasta una semana, ya que el desastre generado por la gran tromba de agua el pasado lunes de madrugada ha dejado calles, polígonos y carreteras inundados. " La calle Empedrada y Molino y sobre todo los polígonos industriales y las entradas al pueblo, son donde los efectivos de bomberos están actuando más, ya que su estado es lamentable", indicó la teniente alcalde de Bujalance.

Así, Yebras apuntó que todavía continúan en la localidad efectivos de bomberos y Protección Civil, así como personal del Ayuntamiento, quienes ya han empezado a trabajar en instalaciones públicas a las que hasta ahora no se habían podido atender, como es el caso del campo de fútbol. María José Yebras explicó que ningún afectado de la localidad ha tenido que ser desalojado de su hogar y resaltó que "entre todos los vecinos se han estado ayudando como han podido".

En cuanto al estado de las infraestructuras viarias, cuatro carreteras permanecen cortadas al tráfico a causa de las tormentas, dos de ellas en término de Aguilar de la Frontera (la CO-5211 y la CO-5212) y otras dos en el término municipal de Santaella, la vía CO-5301 y la A-379 entre Santaella y Puente Genil. Ésta última es de titularidad autonómica y se encuentra inutilizada después de que la fuerza del río Cabra haya arrastrado la plataforma de paso de la carretera. La Junta de Andalucía informó ayer de que técnicos de Obras Públicas están evaluando los daños en la A-379 con el objeto de obtener un informe de cara a elaborar un proyecto de reconstrucción de esta vía, una de las principales arterias de la Campiña Sur.

Respecto a la red provincial, el vicepresidente primero de la Diputación, Fernando Expósito, subrayó ayer que "las limitaciones de velocidad en las vías vienen derivadas de las tareas de limpieza de cunetas y drenajes transversales que, tanto las cuadrillas de trabajadores de esta Diputación como los empleados de las empresas encargadas de la conservación y mantenimiento, continúan desarrollando". También se refirió al suministro de agua en Bujalance y Cañete de las Torres, que se restableció el miércoles. Desde Emproacsa se ha resaltado que "la reparación de la tubería que permite el abastecimiento desde el pantano Martín Gonzalo a estos municipios ha supuesto el trabajo de empleados de la empresa provincial y de Caldecor".