El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Manuel Romero, asistió ayer al primer vertido por aliviadero que se lleva a cabo en el embalse de La Breña II, desde que se construyó en la provincia cordobesa. Este pantano, cuyo llenado comenzó en 2009, alberga el segundo mayor depósito de agua que existe en la actualidad en la cuenca del Guadalquivir.
Según informó la CHG, debido a las fuertes precipitaciones que se registraron el pasado invierno, los embalses de la cuenca del Guadalquivir han alcanzado niveles históricos, por lo que en estos momentos y, una vez iniciada la campaña de riego, se encuentran aún al 90% de su capacidad. En este contexto, el embalse de La Breña II, que forma parte del Sistema de Regulación General, pero que gestiona la sociedad estatal Agua de las Cuencas de España (Acuaes), almacena en estos momentos un volumen de agua que nunca había alcanzado (825 hectómetros cúbicos), por lo que se encuentra al 100% de su capacidad.
Romero, acompañado por responsables de la CHG y de Acuaes, efectuó una visita de carácter técnico al embalse cordobés para comprobar el primer vertido oficial que se realiza en esta infraestructura por el aliviadero. En concreto, el embalse suelta en la actualidad diez metros cúbicos por segundo. El máximo responsable del Organismo de cuenca acreditó en su visita la opinión que desde el primer momento ha mantenido la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, ya que esta nueva infraestructura hidráulica se ha llenado en solo tres años, sin necesidad de bombeo, y únicamente con las aportaciones del río Guadiato. Todo ello, a pesar de que la capacidad de este embalse es ocho veces superior a la media de aportación de dicho río.
La CHG va a mantener durante los próximos días este desembalse por aliviadero para atender las demandas de la cuenca hasta que el nivel de agua embalsada impida este tipo de vertido, por lo que, desde ese momento, se seguirán atendido a los regadíos mediante la utilización de los desagües de fondo. Romero comprobó también el llenado del embalse, al tiempo que recorrió las galerías y visitó el Centro de Interpretación, que incluye un jardín botánico y dos antiguos molinos, que cuentan con varios siglos de antigüedad, movidos por el propio río Guadiato y que fueron restaurados durante la ejecución de las obras de esta infraestructura.
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