Las calles de Belalcázar se han llenado de emoción y sentimiento en la mañana del sábado durante la colocación de las siete piedras de la memoria Stolpersteine que recordarán a sus paisanos que fueron deportados a los campos de concentración de nazis, de donde fueron liberados o, con peor suerte, asesinados.

El alcalde belalcazareño, Francisco Luis Fernández (PSOE), ha descatado durante el acto previo a la colocación de las piedras de la memoria que “simbolizan el reconocimiento, el recuerdo y el homenaje de todo el pueblo a estos sietes héroes que sufrieron la barbarie de los campos de concentración, lucharon por la libertad, la democracia y los derechos humanos y constituyen un paso más del compromiso de este equipo de gobierno con la memoria democrática y la dignificación de las personas”.

Desde la Asociación Triángulo Azul Stolpersteine de Córdoba, su representante, Cristina García, quiso incidir en que “es necesario devolver los nombres de estos hombres y sus historias a las calles, no solo de Belalcázar, sino de todos los municipios andaluces con vecinos y vecinas deportados a campos de concentración nazi, para no perpetuar una segunda injusticia que lleva mucho tiempo instaurada en nuestro país, el olvido”.

La ubicación de las piedras de la memoria ha sido posible gracias a la adhesión del Ayuntamiento de Belalcázar a este proyecto a finales de 2020, momento en el que se comenzó a investigar en los archivos locales, nacionales e internacionales para conocer los nombres de los deportados, los campos de concentración por los que pasaron y si fueron liberados o murieron en ellos, asesinados o como víctimas del tifus, la tuberculosis, las palizas, torturas, el hambre o el trabajo duro de la cantera y el pozo.

Antonio Calvo Torrico y Antonio Quintana Balsera murieron asesinados en el subcampo de Gusen, el mayor de los subcampos dependientes de Mauthausen, donde murieron la mayoría de deportados españoles. Mientras que Juan Manuel Fernández Colmenero, Manuel Fernández Pérez, que recibió la medalla de la Legión de Honor francesa en 1983, Rafael Murillo Múgica, José Paredes Quintana y Tiburcio Vigara Carrasco fueron liberados del campo de Mauthatusen el 5 de mayo de 1945.

Tan solo han podido estar presentes familiares de José Paredes Quintana y de Juan Manuel Fernández Colmenero, quienes han podido leer sus nombres y recordar sus vidas en libertad, mientras se colocaban las piedras de la memoria frente a las que fueron sus casas o lugares de trabajo en liberta. Por cada piedra se ha guardado un minuto de silencio en recuerdo de quienes lucharon por la libertad y para que no vuelva a repetirse este capítulo de la historia mundial.

Así, Belalcázar se suma a los más de 200 municipios de 24 países que han colocado piedras de la memoria, el mayor memorial del Holocausto por el que se han podido rescatar más de 80.000 nombres del olvido. La próxima piedra de la memoria de Los Pedroches se ubicará el próximo sábado en Villaralto.