Los portavoces de los distintos grupos políticos del Ayuntamiento de Cardeña (IU, PSOE y PP) han rubricado junto con la alcaldesa, Catalina Barragán, un manifiesto en el que muestran su rechazo "rotundo y unánime a la decisión arbitraria y tomada unilateralmente por la Delegación de Educación de la Junta de cerrar el Colegio Público Rural Quercus de Venta del Charco. Insisten en que la medida se lleva a cabo "sin diálogo previo con el órgano colegiado donde está representada toda la comunidad educativa, el consejo escolar".

Asimismo, en el manifiesto muestran su apoyo "unánime" y solidaridad con las madres y padres de Venta del Charco -pedanía de Cardeña- en su reivindicación al derecho a la educación pública de sus hijos en el pueblo y su negativa al cierre del mismo. Además de insistir en que la medida del cierre es contraria a las políticas de asentamiento de la población en los núcleos rurales y de las actuaciones que se están llevando a cabo desde el sector público para evitar la despoblación.

Desde el Ayuntamiento recuerdan que en Venta del Charco hay parejas jóvenes que han optado por fijar su residencia en la pedanía, "por lo que el cierre del colegio supone un contratiempo para ellas, al carecer del servicio público de educación para sus hijos" y que puede provocar incluso la migración de estas parejas a otra población. "No compartimos los criterios esgrimidos desde Educación para su cierre y consideramos que la diferencia de edad del alumnado es un elemento de integración y no de falta de socialización", aseveran, añadiendo que los colegios rurales tienen ventajas como la atención más personalizada o mayor motivación por aprender y transmiten valores positivos como el cuidado a los compañeros más pequeños, la generoridad, el altruismo y el refuerzo de la identidad.

En el manifiesto también se insiste en que los niños de Venta del Charco están recibiendo una educación pública de calidad, "por lo que no es una solución desarraigarlos de su medio, trasladándolos en transporte escolar a otros centro". Además, rechazan "que prime el criterio económico para mantener abierto el colegio sobre la rentabilidad social, el dinero sobre las personas", e instan a la delegada de Educación "a retractarse de sus declaraciones públicas en las que afirma que no se trata de un cierre sino de un traslado, si se traslada es porque se cierra, faltando a la inteligencia de los vecinos y vecinas de Venta del Charco" y a disculparse "por las formas en la toma de decisiones, obviando a la comunidad educativa y con deslealtad institucional".

Finalmente, instan a la Junta de Andalucía a que no abandone a los núcleos rurales y apueste por políticas contra la despoblación. "La desaparición de servicios como, en esta caso, el Colegio Rural Quercus, hace que los pueblos pierdan vida, pérdida unida a la falta de presente y futuro, de prosperidad, de trabajo y, en consecuencia, a su envejecimiento y despoblación", concluyen.