Una Atenas rural para los más pequeños

Alrededor de 150 niños de entre tres y 13 años han participado este fin de semana en las Olimpiadas Rurales para niños, conocidas como miniolimpiadas rurales, que llenan de bullicio, alegría y risas las calles de Añora en una competición muy singular que tiene dos fines: la diversión de los más pequeños, por un lado, y la difusión y conocimientos de los juegos de toda la vida en una generación más pendiente de otro tipo de diversiones. Entre ayer y hoy se juega en Añora de nuevo a los zancos, a la comba, a la sillita de la reina o a los mizos, que es una competición de bolos al uso pero utilizando elementos distintos a los que todos conocemos.

Un desfile por las calles del municipio, con destino al recinto ferial, y la ceremonia inaugural abrió el viernes la competición, que tuvo como primera prueba el pañuelo. Le siguieron los zancos y posteriormente las carreras de sacos, los mizos y la comba. Todas las pruebas se realizan en el entorno del recinto ferial y del campo de fútbol. Y si las pruebas son particulares, tanto o más son los nombres de los equipos: Los Linces, Monigotes, Calandrines, La furia noriega, Zagalillos, entre otros, teniendo en cuenta que hay versiones junior de los equipos que participan en las Olimpiadas Rurales que se celebran en Añora en julio y en las que participaron 864 mayores divididos en 48 equipos. Así, hay una Fábrica Noriega junior o los Tentemozos JR. Todos los niños de entre tres y los 13 años que participan no juegan a las mismas actividades, por eso están divididos en dos categorías. La A reúne a los más pequeños, con edades entre los tres y ocho años, y la B a los de entre nueve y 13.

Sabino Luna, técnico del turismo del Ayuntamiento de Añora, explica que "los niveles de diversión de los niños compartiendo experiencias en la calle son espectaculares". No hay que olvidar, según expone Sabino Luna, que "estos participantes manejan los juegos del móvil y de la consola mucho mejor que nosotros, pero está claro que no hay nada mejor que divertirse al aire libre con los amigos". "Se te pone el vello de punta cuando ves a tantos niños gritando y jugando en las calles, es increíble la energía que tienen y con qué deportividad afrontan cada una de las pruebas", explica Bartolomé Madrid, para quien resulta "un orgullo" que "tengamos cantera para las Olimpiadas Rurales y que además se practiquen actividades tradicionales que se han perdido en muchos casos".

Las pruebas continuaron ayer a las 20:00 continúan las pruebas con la sillita de la reina, la soga, la carretilla y se termina con el porteo de cántaros, que no es un juego, según destaca Antonio Luis Caballero, también técnico municipal, sino "una forma de explicar a los niños cómo vivían sus mayores y las dificultades que pasaban en tiempos en los que había muchas carencias".

A las 23:00 tuvo lugar la entrega de premios, pero saber el equipo que resulte ganador es lo de menos porque en esta competición más que en ninguna importa más que nada participar y estar jugando sobre las adoquinadas calles de Añora durante horas, como siempre fue, como siempre será en Añora gracias a estas miniolimpiadas rurales.