Subbética

Argentina admira la maestría de los pintores nuevos de Lucena

  • El Festival Internacional de Cine y Arte de Buenos Aires otorga tres premios al documental sobre la vida y obra de los artistas lucentinos Rafael Aguilera e Isabel Jurado

  • El jurado concede un reconocimiento especial a estos pintores, pertenecientes a la generación revolucionaria de Los novísimos

Rafael Aguilera e Isabel Jurado.

Rafael Aguilera e Isabel Jurado. / El Día

Málaga, Suiza, China, Colombia, Chile y Buenos Aires. Es el periplo, inconcluso y prometedor, de la exploración íntima y universal en una vida diseminada en la pintura y un arte social que perfila principios humanos irrenunciables. La estela magistral de Isabel Jurado y Rafael Aguilera, artífices gigantescos desde Lucena al infinito, continúa fascinando a países y continentes.

La obra pictórica, escultórica y grabada de Los pintores nuevos –título de la película distinguida desde tres ángulos en Argentina- se cuantifica por millares. Un repertorio inabordable acrisolado en una atrevida vanguardia, inconformismo perenne contra las injusticias y la pertinaz rebeldía frente a las adversidades físicas.

El Festival Internacional de Cine y Arte, Art Non Stop Festival, de Buenos Aires, ha concedido dos premios, en las apartados de mejor largometraje y mejor director, al documental perseguido durante más de dos décadas por el cineasta ceutí, residente en la provincia de Málaga, Isidro Sánchez. El jurado del ANSFF 2020 otorga, además, un galardón especial a la sencillez, la erudición y la pedagogía de los protagonistas.

El proceso de clasificación del cosmos creativo de Rafael e Isabel emprendido por uno de sus hijos, Iván -editor y montador del filme-, comienza a transformar en planos espontáneos la inspiración invencible de Isidro Sánchez. “La película arranca cuando salían los cuadros de la casa y los fotografiaban para una catalogación que duró dos años”, narra el ideólogo de esta biografía poliédrica.

Estreno del documental en el Festival de Málaga 2019

El Teatro Echegaray y el Festival de Málaga, en marzo del 2019, recuadraron el conmovedor, anhelado y premonitorio estreno. Iván, Isabel y Rafael compartieron escenario antes de acompañar, desde la lejanía, la internacionalización de las enseñanzas interiorizadas, por una pareja de delicada complementación, a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, en Madrid, Lanzarote, Granada y Lucena, lugares indisociables de unos rasgos definitorios y compartidos.

Iván Aguilera y, sus padres, Rafael Aguilera e Isabel Jurado. Iván Aguilera y, sus padres, Rafael Aguilera e Isabel Jurado.

Iván Aguilera y, sus padres, Rafael Aguilera e Isabel Jurado. / El Día

Adelantados a la transgresión de pautas indiscutibles, la asequible y afable revolución de Rafael e Isabel habita en una “fidelidad” pertinaz a unos patrones de independencia que “huyen de las modas”, una elección, admite Isabel Jurado, que “puede retardar el conocimiento de nuestra obra”.

En la década de 1980, emergió la generación de Los novísimos –nomenclatura cuya adaptación denomina al documental-, un grupo de autores, pertenecientes a disciplinas diferentes, ensamblados por la constante innovación sobre reglas inamovibles. Isabel y Rafael encajaron en esta corriente que flameaba una original figuración.

Fundadores del Grupo Tango, un colectivo de virtuosos con capacidades diferentes, han transmitido sus saberes, sin descanso ni distinción, a multitud de alumnos. Por ejemplo, impartieron clases en un centro de discapacitados de Cabra, donde dos murales deslumbrantes atraparon la curiosidad y el interés de Isidro Sánchez.

Unos "artistas totales" y universales

“Es un reconocimiento muy emotivo a ellos, son el motivo de la película”, resume el antiguo discípulo al clarificar las razones del aldabonazo en América del Sur y agrega, como motivos de la inesperada conquista transatlántica, “la personalidad de Isabel y Rafael y su trayectoria de tantísimos años”. Y, también, una categoría de “trabajadores muy importantes”, así como, prosigue, “la relación entre ellos, fructífera en muchos niveles, y las ganas de aprender, el tesón y la dedicación a pesar de sus dificultades de salud”.

Una versatilidad plástica expuesta, también, en un taller de grabado “único en Andalucía y pionero en España”. Isidro Sánchez, anteriormente nominado en Málaga y agasajado en Alcances (Cádiz), con el largometraje No me contéis entre vosotros, los describe, definitivamente, como “artistas totales” y confiesa que “cuando los conoces no te quieres separar de ellos”. Un sentimiento veraz, en este director cinematográfico, desde el verano del año 1995.

El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de Argentina apadrina a un Certamen de Buenos Aires, instituido en 2016 y acreditado por embajadas, fundaciones e instituciones nacionales  e internacionales. La plena convivencia de Rafael Aguilera e Isabel Jurado ha rechazado, siempre, “los prejuicios” y, en un hogar consagrado a la producción inagotable y a la fervorosa docencia,  disfrutan de contemplar en la pantalla cinematográfica “la acción de las belleza y las técnicas” y “una autenticidad” que es la paleta incalculable y colorada por la libertad, la audacia y la protesta frente a las sinrazones.

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