Agricultura aprueba el reglamento del sello Vino de la Tierra de Villaviciosa

Agricultura ha aprobado el reglamento o condiciones que deben seguir los caldos de mesa etiquetados bajo la marca de calidad Vino de la Tierra de Villaviciosa de Córdoba y que engloba las producciones de la localidad que le da nombre al sello y de la vecina Espiel -unas 350 hectáreas en total-. Suponen una producción escasa, pero única y muy diferenciada del resto de los vinos generosos del país, sobre todo de sus vecinos de Montilla-Moriles.

El reglamento aprobado por la Junta detalla que las variedades de caldos aptas para acogerse a la marca de calidad son baladí verdejo, moscatel de alejandría, palomino fino, palomino, pedro ximénez, airén, calagraño, torrontés y verdejo. Asimismo, incide en que los caldos pueden proceder "de uvas de producción ecológica, integrada o de la agricultura tradicional", además de reseñar que "no se permite la presencia de plantaciones establecidas con más del 25 por ciento de incidencia de cepas de virosis".

Respecto al transporte de la uva a la bodega, el reglamento recalca que se realizará de forma que el fruto no sufra presiones "para que no se deteriore el grano y así evitar fermentaciones prematuras, contaminaciones y oxidaciones". El informe subraya asimismo que el rendimiento máximo de las viñas con destino a vinificación no deberá superar los 10.000 kilos por hectárea, "con el objeto de salvaguardar la calidad de los caldos producidos a partir de las mismas", asevera.

El reglamento especifica que los vinos blancos deberán tener una graduación volumétrica mínima de 13 grados con envejecimiento en madera y de 10 grados para los vinos blancos jóvenes. Mientras, exige que la graduación volumétrica natural mínima prevista para los caldos dulces sea de 13 grados. El envasado final para consumo será en botellas con una capacidad máxima de 75 centilitros.