Tribuna

Eduardo Lucena

Concejal de Turismo de Pozoblanco

El futuro de Los Pedroches

El futuro de Los Pedroches El futuro de Los Pedroches

El futuro de Los Pedroches

El Día de Córdoba se hacía eco esta semana en su sección de Provincia de la decisión de la Junta de Andalucía de elevar a la Unesco la candidatura de la técnica constructiva de la piedra seca para que sea declarada Patrimonio de la Humanidad. En el expediente, sin embargo, no aparece la comarca de Los Pedroches. Una cuestión a tomar muy en cuenta porque esta técnica que utilizaban los viejos canteros es característica de nuestro paisaje como bien sabe cualquiera que se haya paseado por nuestra dehesa. La piedra, el cerdo ibérico y el encinar forman un conjunto que le dan a esta tierra una de sus imágenes más conocidas, por lo que es lógico que un error de este tipo cause malestar en nuestra comarca y suma extrañeza por la falta de sensibilidad sobre la gran riqueza patrimonial andaluza de quien haya redactado el expediente.

El problema es que no hablamos de algo puntual, sino de un fenómeno constante. Y es que, por desgracia, en Los Pedroches la palabra olvido se escucha demasiado a menudo, casi que a diario. Quizá porque somos tierra de frontera entre autonomías, conseguir hasta lo más mínimo cuesta mucho más que en otros lugares. En cierto modo, es un problema general que desde hace tiempo padece la España interior, pero que en Los Pedroches es mucho más frecuente que en zonas vecinas como el Sur de Extremadura. Basta ver por ejemplo la situación de nuestros mayores, que disponen de la mitad de plazas residenciales por cada cien habitantes de las que se ofrecen en nuestra comunidad hermana. Cuando se habla del despoblamiento que padecen algunos municipios de esta tierra se debería pensar por tanto en que no es un hecho fortuito ni causado por los ciudadanos, sino la consecuencia de políticas erróneas, muy desequilibradas en cuanto a integración del territorio, por parte de las administraciones públicas.

Decisiones de este tipo han ido creando un pesimismo social que hay combatir. Pesimismo entendible al ver situaciones muy tristes como el deterioro asistencial en sanidad y en dependencia u al observar como las carreteras de acceso a nuestra tierra siguen sin tener un sólo kilómetro de autovía. También en nuestros colegios vemos como faltan servicios destinados a la conciliación familiar que se ofertan en otros lugares, mientras que nuestras empresas sufren las consecuencias de un sistema en el que se aprecia una burocracia excesiva y unos impuestos demasiado elevados que dejan al sector privado y a los ciudadanos en una situación muy compleja para emprender proyectos o para invertir. Lo mismo también se podría decir de la parada del AVE, que algunos consideran como un regalo que se nos dio, una especie de limosna, cuando fue una consecución social de enorme justicia y un éxito que debería dar pie a una ampliación urgente de los horarios de parada.

Frente al olvido que padecemos, no cabe sin embargo caer en lamentos, sino sobreponerse y saber sacar rendimiento a nuestras posibilidades. Porque Los Pedroches es una tierra que cuenta en realidad con todos los ingredientes para construir un futuro esperanzador. Tenemos gente emprendedora, y ahí están casos como el de Covap y ejemplos como el de nuestros agricultores y ganaderos, y contamos además con una tierra de gran belleza natural y magnífica ubicación geográfica, que nos ofrece también una gastronomía característica, en la que el jamón ibérico es la estrella pero que tiene mucho más. Nuestra dehesa de encinar, la mayor del mundo, se puede decir también que es la joya de la corona, un tesoro al que no le estamos sacando todas sus posibilidades porque llevamos demasiado tiempo instalados en dinámicas de gestión pública marcadas por la monotonía, la falta de debate y la escasez de ideas.

Opino por todo ello que a nuestra tierra le ha llegado la hora de despertar y de aprender que o somos nosotros los que conquistamos nuestro destino o no lo hará nadie desde lejanos despachos. Para ello es necesario tomar medidas cuanto antes que vayan destinadas a mejorar nuestra calidad de vida en cuestiones básicas y a fortalecer nuestro sistema económico, dando a los emprendedores y a los inversores las posibilidades que a menudo se nos niegan. No es la hora de los lamentos y las excusas sino de ponerse manos a la obra y trabajar todos juntos para que el olvido que sufrimos quede atrás. Los Pedroches no pueden quedarse cruzados de manos y permitir la desaparición de sus pueblos, cargados de historia y de cultura. En esa labor persistiremos y con este artículo sólo quiere concienciar en lo que sea posible de que ha llegado la hora de diseñar un futuro acorde con la riqueza de esta bendita tierra. Hay que reaccionar si de verdad queremos que nuestros hijos se queden para construir en Los Pedroches un futuro próspero en el que el pesimismo y el olvido sean al fin cosas superadas.

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