A las urnas

Sánchez tiene un problema de credibilidad y las elecciones del domingo han sido un aviso para las del 23 de julio

Los resultados de las elecciones municipales y autonómicas han dibujado un panorama político para el presidente Sánchez de tal complejidad que una de las posibles salidas era un adelanto electoral. El compendio de errores tácticos y estratégicos cometidos por la Moncloa situó a Sánchez innecesariamente en el ojo del huracán. La tómbola de regalos que se instituyó, con aprobaciones en el siguiente Consejo de Ministros, hizo que la derrota o la victoria sería para el presidente del Gobierno y no para alcaldes y presidentes de comunidades. Por su implicación en la campaña y por el formato de la misma, políticamente estábamos ante un remedo de elecciones generales y no de autonómicas y locales. Paralelamente se inició un experimento de juego de salón al tratar de sustituir a Podemos por Sumar y erigir como jefa de las fuerzas a la izquierda del PSOE a Yolanda Díaz. El rotundo fracaso de esta operación dejó a Sánchez desprovisto de fuerzas relevantes con las que establecer pactos. Tanto Podemos como Sumar han cosechado unos pésimos resultados, próximos a la irrelevancia. La desaparición de Ciudadanos completaba el cuadro menos favorable a las expectativas del PSOE. En Andalucía el PP ha continuado consolidando su hegemonía y ha obtenido unas cuotas de poder municipal que le aseguran un liderazgo político indiscutible. El PSOE, a pesar de los malos resultados, no se ha hundido y sigue contando con un apoyo respetable. Los resultados globales a nivel de España, que arrojan una diferencia de 700.000 votos a favor del PP, sugieren múltiples lecturas para la próxima convocatoria electoral, que suponen el fin de un ciclo político; bien porque el sanchismo resistirá o será desalojado del poder. No resulta aventurado afirmar que estas elecciones municipales y autonómicas han supuesto un voto de censura contundente a ese estilo de gobierno y pactos practicado por el presidente Sánchez en esta legislatura. La cuestión que se plantea es si le cabe la posibilidad de articular otra política y si será creíble para la ciudadanía. Para muchos sectores Sánchez tiene un problema de credibilidad y fiabilidad que condiciona negativamente los resultados del PSOE y las elecciones del pasado domingo han sido un aviso adelantado de las de julio. De cualquier forma, esta incógnita se despejará antes de la dispersión veraniega.

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