El riesgo de una Andalucía envejecida

La comunidad ya tiene más mayores que jóvenes y se apunta a la tendencia dominante en Europa, un problema que no debe obviar la sociedad andaluza

La población de Andalucía mayor de 65 años suponía el 17,41% del total, según los datos publicados hace algo más de un mes por el Instituto Nacional de Estadística y referidos a los habitantes residentes que había el pasado 1 de enero. Eso supone un 2,17% menos que en el conjunto de España, atendiendo a la misma fuente estadística. La comunidad no es de las que tienen mayor tasa de envejecimiento, pero algunos datos, como el de un reciente estudio de la Fundación Adecco, empiezan a ser preocupantes: por cada 100 jóvenes con menos de 16 años hay 104,21 andaluces que ya han cumplido los 65 años. El año pasado, 2019, fue el primero en que sucedió este vuelco de tener más mayores que jóvenes. El mismo estudio señala que Andalucía es la tercera comunidad con una relación más favorable entre senectud y juventud, sólo superada por Baleares (102,2) y Murcia (87,96), la única que todavía tiene más jóvenes que ancianos. Además, aún estamos 20 puntos por debajo de la media española, que tiene 124,79 mayores de 65 por cada 100 menores de 16. Y todavía estamos lejos de comunidades donde se duplica esta tasa andaluza (Asturias tiene 223,58). Pero la evidencia de que Andalucía también envejece, aunque a menor ritmo que en España y en otros países de Europa, es un problema que deben plantearse los poderes públicos y la sociedad andaluza. Sobre todo porque es peligroso convertirnos en una sociedad con más mayores mientras tenemos otros indicadores sociales preocupantes, como ser la comunidad con mayor número de demandantes de empleo, que vuelven a acercarse peligrosamente al millón según los datos del SEPE a final de junio. Una sociedad que no tenga una fuerza laboral suficiente para mantener los servicios y derechos sociales es una sociedad con un Estado del bienestar enfermo. Y no sólo por la insuficiencia del sistema de pensiones, sino porque otros parámetros, como el gasto sanitario, se incrementan ante el envejecimiento de la población. Consolarse con la mera comparación que deja a Andalucía en mejor situación que otras autonomías o que el conjunto de España sólo obvia un problema que hay que afrontar en el medio y largo plazo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios