La esperanza del turismo andaluz

Editorial

La Consejería de Turismo estima que es posible pasar de los 20,6 millones de visitantes que viajaron a la Comunidad el año pasado a 26 millones en este 2022

21 de enero 2022 - 01:49

Andalucía comparece con "alegría" en la primera feria internacional de turismo del año, Fitur 2022, que se celebra en Madrid y que recupera la actividad presencial interrumpida por la pandemia. Más allá de que la expresión forme parte del lema promocional con el que la Comunidad se presenta en la muestra, cuenta con datos objetivos para ratificar esa satisfacción. Los visitantes que llegaron a la región en 2021 aumentaron un 48% respecto al año anterior, cuando el Covid provocó el desplome en el sector. Una notable mejora gracias a la respuesta del mercado nacional, que aportó casi ocho de cada diez viajeros. Una marca con la que ha logrado superar a otros destinos competidores como Cataluña, Baleares y Canarias. El turismo es esencial para Andalucía. En una etapa en el que se ha visto muy afectado por la crisis causada por el coronavirus, representó un 14% de su riqueza. Los empleos que genera casi alcanzan el medio millón de colocaciones. La Junta estima que es posible pasar en este año de los 20,6 millones de 2021 a los 26 millones de visitantes, aunque admite que la recuperación plena no se alcanzará antes de 2023. El primer examen para conocer si los números son posibles llegará muy pronto. La Semana Santa servirá de indicativo y para ello es necesario que pueda celebrarse en unas condiciones parecidas a las de la normalidad. La recuperación del turismo internacional se antoja imprescindible. Países emisores como Gran Bretaña o Alemania son fundamentales. Pero sería un error centrar el debate en el crecimiento numérico en vez de en el salto de calidad, como bien ha señalado el vicepresidente de la Junta, Juan Marín. Lástima las reticencias del Gobierno central a plantear un plan estratégico que ayude a redefinir un modelo turístico para décadas. Tampoco ayuda la incertidumbre sobre qué fondos europeos se destinarán a remozar este motor económico. Pero, al menos en Andalucía, hay motivos para saludar con "alegría" este nuevo escenario.

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