La apuesta por la FP en Andalucía

La Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional acaba de informar de las plazas de FP para el próximo curso académico: 165.859 en total, 7.600 más que el año anterior y un total de 3.676 ciclos y cursos de especialización. La Junta asegura que ha modificado parte de su oferta para adaptarla a las demandas del mercado laboral, además de apostar por sectores emergentes y de alta empleabilidad. Con la FP Dual, que permite compatibilizar la enseñanza y las prácticas profesionales como aprendiz, incluso remuneradas. Suman 21.827 puestos para esta modalidad, todavía apenas un 13% del cómputo general, pero cada vez con mayor peso. En el curso que ahora culmina se han implicado 332 centros educativos con 780 proyectos y la participación de 7.000 empresas. No hay duda de que la formación profesional es la gran esperanza para revertir un panorama laboral que resulta desalentador para la juventud, una vez superados los estigmas que penalizaban este tipo de aprendizaje con respecto a la Universidad. Ahora son las propias instituciones académicas las que pretenden aprovechar también su tirón. Con un mercado de trabajo en continua ebullición, la FP es la fórmula que mejor puede dar respuesta a las nuevas demandas laborales en las que las tecnologías cada vez adquieren mayor peso. Y, a priori, son los jóvenes los que con mayor facilidad pueden adaptarse a los cambios. Pero también resulta esencial para combatir el fracaso escolar y para brindar más alternativas en los barrios más vulnerables. La necesidad y la oportunidad se dan la mano. En Andalucía, el paro entre los menores de 25 años afecta al 38% de este segmento de población. En Alemania, el país que alumbró la enseñanza Dual, se ofertan unas 600.000 plazas anuales y son las empresas las que seleccionan a los futuros aprendices. El desempleo juvenil apenas supera allí el 6%. Hay que recorrer con ímpetu en ese camino.