Guerra de sillones

Editorial

No se discute de planteamientos ideológicos o estratégicos, sino de cuotas de poder para asegurarse un lugar bajo el sol

24 de junio 2023 - 00:15

Queda menos de un mes para las elecciones generales del 23 de julio, convocadas por sorpresa tras la debacle socialista de las autonómicas y municipales de mayo, y la guerra de sillones que se ha desatado tanto a la izquierda como a la derecha ha elevado el ruido político hasta hacerlo difícilmente soportable. Primero fue la pugna entre Podemos y Yolanda Díaz por los puestos con posibilidad de ganar escaño en las listas de Sumar y la exclusión expresa de Irene Montero. La izquierda del PSOE volvió a exhibir los métodos más rastreros de la vieja política. No se había cerrado este capítulo cuando las exigencias de Vox al PP han puesto patas arriba varias autonomías. El maximalismo del partido de Abascal y su pretensión de reventar cualquier pacto que no conlleve su entrada en los gobiernos regionales está destinado a colocar a Alberto Núñez Feijóo bajo fuerte presión y complicarle la campaña. En ambos casos, en el de Sumar y en el de Vox, el denominador común es que no se discute de principios ideológicos ni estratégicos, sino simplemente de cuotas de poder para asegurarse un lugar bajo el sol, y un sueldo público, durante los próximos cuatro años. La ruptura del bipartidismo que había sostenido la democracia española desde sus inicios no ha servido para dignificar la política y a los políticos, sino para todo lo contrario. La lucha por el sillón se ha impuesto como norma de actuación y ya no se hace ningún esfuerzo por disimularlo. Circunstancias como las que se han dado en España en las últimas semanas hacen que la política esté cada vez más desdibujada ante los ojos de los ciudadanos y que los liderazgos sean cada vez más débiles. La proliferación de consultas electorales, cada año hay una o varias, no contribuye a que la escena pública se sosiegue y se hace necesaria una reflexión sobre el papel que están jugando los políticos en una sociedad cada vez más complicada.

stats