Emergencia humanitaria en Gaza

Estados Unidos y Egipto tratan de lograr un acuerdo con Israel para que alivie la trágica situación humanitaria de la población civil en Gaza, una franja de poco más de 40 kilómetros de longitud donde viven dos millones de personas. Más allá del derecho de Israel a defenderse de Hamas, lo que ahora tratan los principales actores internacionales en la región es que se abra el paso de Rafah, fronterizo con Egipto, para que puedan entrar los camiones de Naciones Unidas y, a la vez, se permita la salida de las personas que están huyendo. El objetivo es que el sur de la Franja de Gaza quedase fuera de la zona de combates, para lo que sería necesario el compromiso de Israel y la voluntad de Hamas de cesar el lanzamiento de cohetes. Sin acceso a agua corriente, sin luz y sin suministros sanitarios, Gaza se enfrenta a un desastre humanitario que suma a las propias consecuencias de la guerra. La Unión Europea parece haber alcanzado una postura común sobre el conflicto después de varios días de mensajes contradictorios y de despistes diplomáticos. Los Veintisiete coinciden en que es necesario abrir el paso con Egipto y aliviar la situación humanitaria, a la vez que exige a Hamas que libere a los 199 rehenes sin ningún tipo de condición. Durante la salvaje incursión de Hamas en Israel, este grupo terrorista secuestró a decenas de civiles con el doble objetivo de doblegar la respuesta militar y negociar un intercambio de presos. El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, ha regresado a Israel con la intención de modular una respuesta que evite una regionalización de la guerra con la intervención de otros Estados. Cada día que pasa antes de que se produzca la entrada del Ejército israelí en Gaza es una oportunidad para reconducir este nuevo episodio de un conflicto que ya dura más de siete décadas.