De reojo

Ángela Alba

aalba@eldiadecordoba.com

Cuando suena la guitarra

Habrá que aprovechar esta edición del Festival y desquitarse de tantos meses de abstinencia musical

La presentación del cartel del 40 Festival de la Guitarra de Córdoba ha sido la mayor alegría del último año y medio en el ámbito cultural de la ciudad. Este aniversario tan redondo debería haberse celebrado el pasado 2020, pero el Ayuntamiento decidió posponerlo por la pandemia del covid-19. Tras esa larga espera, el programa de conciertos anunciados suena a gloria. Que podía ser mejor (sobre todo tratándose del 40 cumpleaños de esta cita), pues sí, pero el panorama por el coronavirus aún es incierto y lo será hasta que no haya un alto porcentaje de la población vacunada. Hay muchas ganas de conciertos y los espectáculos anunciados abarcan un amplio abanico de gustos musicales. Eso sí, se echa de menos al maestro Manuel Barrueco, una de las figuras más importantes de la guitarra clásica actual que es un nombre fijo en cada edición del festival cordobés.

Tengo que confesar que la presentación del cartel ayer me levantó el ánimo y me alegró el día. Y puedo asegurar que no fui la única. Que lo mismo mis amigas y yo somos un poco frikis, entusiastas o flipadas, pero nada más ver publicada la noticia pensamos en comprarnos ya las entradas para un par de conciertos. A Calamaro lo llevamos esperando años. En concreto, desde 2011, cuando dio su último concierto en Córdoba, también en el Festival de la Guitarra, que por cierto fue un poco decepcionante. Esa no fue su noche: no se acordaba de las letras de sus canciones (qué hubiera sido del espectáculo si no llega a ser por sus músicos...) y se puso a zapatear en un intento de bailar... ¿flamenco? El concierto fue un truño, hablando claro, pero se lo perdonamos. Ahora, diez años después, estamos deseando verlo sobre ese mismo escenario y esperamos que venga más centrado para quitarnos ese sabor agridulce de la última vez.

El Festival de la Guitarra tiene tanto significado y lleva implícitas tantas experiencias y buenos recuerdos que es casi imposible explicarlo con palabras. Y qué decir de los días en los que hacemos doblete de conciertos para acabar en el Teatro de la Axerquía, el mejor escenario posible para una noche de verano. Una sobredosis de música nunca viene mal y menos si se trata de artistas de calidad, así que este año habrá que aprovechar y desquitarse de tantos meses de abstinencia causados por el maldito coronavirus.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios