Monticello
Víctor J. Vázquez
Más allá de la corrupción
La semana empezó con el foco en la corrupción del PSOE. La debilidad del Gobierno coincidía con la Comisión Bilateral Estado-Generalitat para pactar la financiación singular de Cataluña acordada por socialistas y Esquerra. El asunto es confuso; no se sabe ni cuánto, ni cómo. En 2023 la Generalitat hizo cuentas del aumento máximo de su financiación con un sistema como el cupo vasco y le salían 22.000 millones de euros al año. (Casi seis veces la media del cheque británico de compensación a su aportación en la UE). LaVanguardia informaba hace días que la ex consejera de Economía con ERC situaba una solidaridad razonable entre el 2 y el 4% del PIB, con lo que la ganancia estaría entre 12.800 y 17.400 millones anuales. Con los mismos porcentajes, Fedea estima el incremento entre 6.600 y 13.200 millones. La protesta por un cheque catalán que recortaría la financiación del resto es generalizada. El Gobierno juega al despiste.
Y el PP juega al escondite. Juan Manuel Moreno protesta con vehemencia, pero el capítulo de financiación autonómica en la ponencia que él presentó al congreso del PP no dice más que vaguedades. En esa línea, Feijóo ha afirmado que “Cataluña necesita tener una mejor financiación”, pero no explica cómo. Lo cierto es que las regiones que de verdad necesitan mejorar son, por este orden, Murcia, Valencia, Andalucía y Castilla-La Mancha; las únicas que están por debajo de la media en financiación por habitante ajustado. Cualquier cambio en el sistema tendrá perjudicados, así que el PP no se pronuncia. Lo único claro de la reunión de Barcelona es que la ministra de Hacienda y jefa del PSOE andaluz, María Jesús Montero, no quiso salir en la foto. Fueron el ministro de Política Territorial y tres secretarios de Estado, entre ellos el de Hacienda. Un síntoma de que saben que el trato privilegiado a Cataluña deja mal al PSOE con los demás.
La semana termina con el foco en la imputación a Cristóbal Montoro, ministro de Aznar y Rajoy, por presuntos delitos de cohecho, fraude contra la administración pública, prevaricación, tráfico de influencias, negociaciones prohibidas, corrupción en los negocios y falsedad documental. Para sacar de la foto del PP a Montoro, que estuvo hace dos semanas en el congreso popular, Bendodo ha recordado que “ejerció hace más de siete años”. Es un teatrillo. El fraude de los ERE tiene más de 20 años y le sigue pareciendo muy actual al dirigente popular. El asunto es salir guapo en fotos bonitas y huir de las feas.
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