La situación interna en el PSOE andaluz dista de ser pacífica tras la salida de Susana Díaz de la secretaría general y su relevo por Juan Espadas. Al congreso regional de noviembre se va a llegar con frentes abiertos en varias provincias que el candidato a la Junta ha intentado taponar a duras penas. La falta de dirección en el PSOE andaluz, que carece hasta de secretario de Organización, y la doble dedicación de Espadas al partido y al Ayuntamiento de Sevilla está pasando factura. Lo significativo de la situación es que no son pulsos entre susanistas y sanchistas, sino entre diferentes familias del sanchismo.

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