Tinta y borrones

¿El fin de la era Nieto?

El PP ha pasado de la tranquilidad absoluta a un estado de incertidumbre en el que nadie sabe qué hacer

El partido de la unión, el del bloque conjunto, el ajeno a las divisiones internas -al menos de puertas para afuera- se quedó ayer a cuadros cuando la dirección nacional comunicó que José Antonio Nieto no podrá seguir siendo presidente del PP en Córdoba. Como un jarro de agua fría cayó la noticia tanto en los dirigentes como en las bases, hasta tal punto que al principio sólo le daban credibilidad de rumor a una noticia más que contrastada por los medios de comunicación. Empieza el baile en el PP de Córdoba cuando nadie lo esperaba y los escenarios que ahora se abren son múltiples. Estará divertida la cosa, para alegría de los periodistas que, todo hay que decirlo, nos gusta un jaleo. Al secretario de Estado de Seguridad lo han desautorizado cuando al fin había dado el paso de decir que quería volver a estar al frente de su partido en Córdoba. Quizá Nieto haya pagado el pato de las malas relaciones entre Juanma Moreno y José Enrique Fernández Moya, al parecer mucho peores que las existentes entre el líder andaluz y cordobés, pero lo cierto es que ahí están las consecuencias y de la tranquilidad absoluta el PP ha pasado ahora a un estado de incertidumbre en el que realmente nadie sabe qué hacer.

Porque, en principio, el bloque de apoyo a Nieto, el de las fotos en las redes sociales, debería permanecer unido y nombrar a un sucesor dentro de ellos. Pero igual ya más de uno de los de #conNietoganaCórdoba ha llamado a Juanma Moreno para decirle "aquí estoy para lo quieras" y no sería el primero que se vende por un plato de lentejas. Otros, críticos desde el principio, estarán tocando las palmas. La política es así. Mientras tanto, el secretario de Estado guarda silencio, quizá para poner así de manifiesto su grado de cabreo, que dicen los que le conocen que es bastante importante.

Habrá que ver qué pasa en los próximos meses, pero la cosa estará entretenida por la sede del PP. La paz del partido unido, ajeno a las polémicas, se ha visto truncada por intereses superiores. Hay quien confía todavía en que se pueda reconducir la situación, pero por el momento habrá que buscar un plan alternativo que cause el menos daño en los populares, si es que esto es posible. Lo que está claro es que tras su salida del Ayuntamiento y, ahora, de la presidencia, parece más próxima el fin de la era Nieto en Córdoba.

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