Córdoba florece dos veces

Cada otoño, Córdoba renace como escenario de arte contemporáneo, donde la naturaleza se transforma en concepto, metáfora y pregunta. Bajo el lema Futuro, este año, la ciudad recibe a artistas internacionales que convierten espacios históricos en laboratorios vivos, recordándonos que lo efímero puede ser eterno cuando dialoga con la emoción.

Flora eleva lo botánico a reflexión estética, convirtiendo sus espacios en un arte singular: el floral como pensamiento. Esta edición propone una lectura ineludible: cómo imaginar el mañana desde lo vivo, cómo otorgar a una flor –frágil y perecedera– la fuerza de cuestionar nuestra relación con el planeta y con nosotros mismos.

Si nuestra primera primavera es herencia, Flora es reinvención. Los artistas construyen metáforas vivientes, manifiestos efímeros de belleza y libertad. Donde hubo sombra, surge un estallido de color que desafía al tiempo. Córdoba demuestra que una ciudad de raíces profundas puede merecer una segunda floración: tan libre y contemporánea como íntima y tradicional es la primera.

Los creadores de Flora son arquitectos de un lenguaje nuevo, jardineros del porvenir que dan forma a lo intangible. Córdoba rehúye de la contemplación nostálgica y dialoga con el presente desde lo más frágil y universal que existe: las flores. Tradición y vanguardia no se enfrentan: se entrelazan como ramas de un mismo árbol.

Flora es un acto de valentía: en una ciudad tan arraigada, permitir que la flor se exprese sin etiquetas es una declaración de progreso cultural en toda regla.

Así, se ofrece al mundo dos estaciones: la primavera de la tradición y la de la creación contemporánea. En esa doble floración se revela una ciudad capaz de custodiar su historia mientras escribe la del mañana.