La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Se es andaluz como se es

Se es andaluz con una naturalidad que no necesita afirmarse con aspavientos nacionalistas

Se es andaluz con la naturalidad que, en el sentido más amplio y abarcador de la palabra ser, se es: el de haber o existir. No es una elección, salvo para quienes, sean de nacimiento o no, se disfracen de andaluces como los habitantes del Villar del Río de Berlanga. No tiene una dimensión identitaria excluyente ni, afortunadamente, política y nacionalista. El andaluz está tan seguro de serlo como de ser y de existir. Por eso no necesita afirmarse con aspavientos xenófobos, gesticulaciones separatistas y nacionalismos ficticios. Está tan seguro de ser lo que es que no necesita exaltarlo. Con la misma naturalidad es español por ser andaluz, europeo por ser español y ciudadano del mundo por ser europeo, inmune a las purezas raciales, permeable a todas las culturas, consciente de la relatividad de las fronteras.

Ortega, tan poco amigo de la "quincalla meridional" con la que los andaluces se complacen "en darse como espectáculo a los extraños" supo ver que "lo admirable, lo misterioso, lo profundo de Andalucía está más allá de esa farsa multicolor que sus habitantes ponen ante los ojos de los turistas". Está -escribe en la primera entrega de su famosa y polémica Teoría de Andalucía publicada en el diario El Sol el 9 de abril de 1927- en su cultura, entendida como conjunto de actitudes ante la vida: "Andalucía, que no ha mostrado nunca pujos ni petulancias de particularismo; que no ha pretendido nunca ser un Estado aparte, es, de todas las regiones españolas, la que posee una cultura más radicalmente suya. Entendamos por cultura lo que es más directo: un sistema de actitudes ante la vida que tenga sentido, coherencia, eficacia. La vida es primeramente un conjunto de problemas esenciales a los que el hombre responde con un conjunto de soluciones: la cultura".

Ha querido la casualidad que ayer, víspera del Día de Andalucía, empezara a leer con esa placentera hambre que despiertan los libros que no pueden dejarse Los Netanyahus (Ed. De Conatus) de Joshua Cohen, premio Pulitzer de ficción 2022, de la que ha escrito Jacobo Bergareche: "Esta es una novela judía, sí, pero se lee como una novela sobre la tentación de las identidades prêt-à-porter que entidades como Vox, Bildu, CUP, Junts o ERC nos tienden como legados para llenar nuestras aburridas vidas burguesas de épica, contenido y destinos en lo universal". Pues eso. Se es andaluz como se torea: como se es.

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