De reojo

Ángela Alba

aalba@eldiadecordoba.com

Tierra que 'escupe' tesoros

En muchos casos son los hombres que trabajan el campo los que tienen el honor de dar con este tipo de piezas

Los cordobeses tenemos un rico pasado forjado por distintas civilizaciones que han dejado su impronta en esta tierra. Aunque la cultura árabe es la que más conocemos -sobre todo por la cercanía histórica, por los avances que supuso en todos los ámbitos y porque los omeyas hicieron de Córdoba la ciudad más importante del mundo occidental- debemos seguir explorando nuestras raíces, indagando en nuestros antepasados.

Mucho -o bastante- se sabe de la Córdoba árabe, algo menos de la Córdoba romana, aunque cada vez tenemos más datos sobre ella; sin embargo es más difícil bucear en la historia de los pueblos íberos que se asentaron en la provincia mucho antes que estas dos civilizaciones. Todo ello a pesar de que llegaron a convivir con los romanos cuando estos conquistaron España.

La pasada semana, un hallazgo único, de esos que ponen la piel de gallina, sacó a la palestra precisamente a esos pueblos íberos que vivieron en la provincia. Nadie sabe con exactitud la riqueza que esconde la tierra cordobesa y la prueba es que un agricultor ha sido el descubridor de una escultura zoomorfa ibérica en casi perfecto estado de conservación. Mientras araba un olivar, la tierra escupió este tesoro; nos ha hecho un regalo de valor incalculable que ahora toca estudiar y, sobre todo, intentar situar en el tiempo y en el espacio.

Lo más curioso de esto es que no es la primera vez que un hallazgo de este calibre se produce durante las faenas agrícolas. Muy al contrario, es normal que sean los hombres que trabajan la tierra -esa humilde y a la vez imprescindible labor- quienes tienen el honor y la responsabilidad de dar con este tipo de piezas arqueológicas y avisar a las autoridades competentes para que se encarguen de su custodia.

La escultura íbera encontrada entre La Rambla y San Sebastián de los Ballesteros ahora mismo es todo un misterio para los investigadores. Más allá de discernir que se trata de una pieza salida de los talleres artesanos ibéricos y situarla en una posible franja temporal, lo cierto es que todo lo demás son teorías sobre qué utilidad tenía y si procede del lugar donde se encontró. La Delegación de Cultura de la Junta ya ha anunciado que va a comenzar un estudio sobre la zona. Ojalá pronto podamos desvelar todos los interrogantes que giran en torno a esta joya que hemos heredado de nuestros antepasados.

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