Repartir beneficios

Preferible es así que no tener que dar de comer en nuestra casa a tanta gente (unos ricos y otros pobres)

El escritor Felipe Benítez Reyes publicó hace unos años un artículo, digno de ser recordado, en el que sugería las derivaciones que implican muchos actos humanos. El texto decía así: "A mi vecino le ha salido el metro de techo a casi 3.000 euros, porque de ese techo tiene que vivir mucha gente: el constructor, el promotor, el arquitecto, el aparejador, el fabricante de ladrillos, los empleados de la fábrica de ladrillos, el fabricante de cemento, los empleados de la cementera, el dueño de la cantera y sus asalariados, el Excelentísimo Ayuntamiento, el notario y su pasante, la jerarquía bancaria, el escayolista y el mayorista de escayolas, los transportistas de ladrillos, de escayola y de cemento; el jeque árabe que surte a la empresa gasolinera que a su vez surte a esos transportistas, el chófer del jeque, el dueño de la refinería, el beneficiario de la concesión de la gasolinera, el empleado de la gasolinera y los militares que participan en guerras estratégicas para controlar el petróleo; el pintor, el fabricante de pinturas, el vendedor de pinturas y el representante de pinturas, por no hablar del diseñador de botes de pintura ni del fabricante de envases metálicos para pintura; los albañiles, el fabricante de cascos para albañiles, el fabricante de plomadas, palustres y hormigoneras; el fabricante de azulejos y la dama que anuncia en televisión los azulejos... Y así casi hasta el infinito. "Si lo piensas bien, me ha salido barato". Y me temo que lleva razón. Porque… tienes necesidad de un techo y media humanidad… se ve implicada en… esa necesidad tuya, porque ellos necesitan construirte un techo para poder construirse también ellos un techo. Y sigue la ronda…"

Y aunque Montaigne asegura que no cabe beneficio alguno si no es con perjuicio para otro, como ocurre en el orden físico en el que el nacimiento y desarrollo de una cosa tiene su origen en la corrupción y agotamiento de otra, en este proceso de techos la cadena sólo ofrece beneficios para todos. ¿Salva la serie un reparto de beneficios tal que pueda mejorar alguno sin que los demás se perjudiquen o abre el debate que ha protagonizado el economista Vilfredo Pareto estudiando la forma de determinar científicamente dónde se encuentra el mayor bienestar alcanzable de todos?

Preferible es así que no tener que dar de comer en nuestra casa a tanta gente (entre ellos, unos muy ricos y otros muy pobres).

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