Remodelación en el PP

Bendodo representa a una de las dos sensibilidades del PP: la periférica. La otra es la centralista madrileña

El Partido Popular fue fundado por Manuel Fraga en enero de 1989, cuando le quedó claro que con Alianza Popular jamás le ganaría al PSOE de Felipe González. La idea fundacional era aglutinar en un partido al centro y la derecha, en sus diversas familias ideológicas: conservadores, demócratas cristianos, liberales e incluso socialdemócratas no socialistas, sin excluir a los autonomistas no separatistas. Es decir, la idea era la misma de la UCD en los albores de la democracia. Por eso, el PP, que nació de la refundación de AP, también integró a políticos procedentes de UCD. Y por eso el PP, antes o después, ha engullido a todos los partidos de centro que se han creado, como el CDS, UPyD o Ciudadanos. Porque ese espacio ya está ocupado. Y sólo se desocupa cuando se equivocan y giran demasiado a la derecha.

El PP de Alberto Núñez Feijóo se ha quedado en la oposición al Gobierno de Pedro Sánchez porque no consiguió la mayoría absoluta, aunque fue el más votado. El PP sólo ha gobernado en España con mayoría absoluta o cuando se lo han permitido. Y no debería olvidar que llegó al poder en 1996, por vez primera, tras pactar Aznar con la CiU de Pujol y el PNV de Arzalluz. Después de aquello, el PP fue el segundo partido más votado en el País Vasco. Y en Cataluña obtuvo sus mejores resultados. En la remodelación del PP, Feijóo ha colocado a su hombre de confianza, Miguel Tellado, como portavoz del Congreso. Y ha intentado contentar a todos los sectores con los adjuntos, entre ellos Cayetana Álvarez de Toledo, que tiene más detractores que partidarios, y se ve como un guiño a la derecha pija. También se está diciendo que Elías Bendodo ha perdido poder, porque Feijóo le ha puesto por delante en el partido a Cuca Gamarra y Carmen Fúnez. Bendodo procede de Málaga y representa una de las dos sensibilidades del PP: la periférica. La otra es la centralista madrileña, que ha contribuido a que el PP no esté en la Moncloa, por alentar los gobiernos regionales y municipales con Vox.

En Andalucía, ya se vio en 2019 que era mejor dejar a Vox sin gobernar, cuando llegó Juanma Moreno en un ejecutivo de coalición del PP y Ciudadanos. En 2022, el PP ganó con mayoría absoluta. Si hubiera entrado Vox en el gobierno andaluz en 2019, probablemente en 2022 hubiera ganado el PSOE. El mayor problema del PP en los próximos meses será de estrategias. Porque podrían volver a equivocarse.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios