Mujer, mayor y rica

Más de 32 famosos han sido padres y madres por el método de la gestación subrogada

Ana Obregón se ha ganado el tener su propia ley en compensación por el tsunami de críticas sobrevenidas, muchas injustificadas, por su heroica y ultima gesta: la de ser madre por gestación subrogada. A esta hora Ana estará dándole el biberón a su hija Ana que es para la actriz el motivo de vivir, su luz y su alegría. Ya no hay más mundo que ese para ella, que vive ajena al debate que ha desatado su deseo de ser madre tras el fallecimiento de su hijo Aless con solo 27 años de edad. Hay dos vías paralelas por las que discurre el debate público. Por uno, el estado de salud mental de la Obregón, quien confesaba estar muerta en vida y que le ha llevado a comprar un bebé para volver a tener motivos para vivir y que muchos se lo quieren solventar con un perrito de compañía. Por otro lado, el debate sobre cómo está la ley en España que prohíbe los vientres de alquiler, ha llegado a los pasillos del Congreso. La hipocresía del tratamiento alcanza una dimensión estratosférica. Acojámonos a los hechos, ya que más de 32 famosos han sido padres y madres de la misma forma y en España hay registrados 3.390 españoles nacidos a través de un vientre de alquiler. Desde Miguel Bosé, que con 55 años fue padre de cuatro hijos junto a su pareja Nacho Palau, ahora separados incluso los hermanos, pasando por el periodista Jaime Cantizano, que acudió a EEUU para ser padre soltero. Lo mismo hicieron el actor Javier Cámara, el cantante Miguel Poveda y Tita Cervera, cuya gestación de las gemelas la decidió junto a su hijo Borja. Famosa fue la decisión del empresario Kike Sarasola, la del presentador Kiko Hernandez, la influencer Tamara Gorro o el diseñador Roberto Enríquez. La mayoría son homosexuales y de ninguno se cuestionó su estado de salud mental, ni edad, ni se les sometió a una crítica tan voraz como a Ana. Si se le censura por la edad, muchos la igualan y superan como es el caso de Alec Baldwin, 64, o Robert de Niro, 68 años. Queda la tercera línea de debate: la tremenda preocupación que les ha entrado por la pequeña, que ya presumen se quedará sin madre antes de cumplir la mayoría de edad. Eso sí, lo que consuela es que haya sido acogida en una familia de ricos aunque se ve injusto que comprar un bebé no esta al alcance de todos. El debate está tan lleno de hipocresía como la que le podamos adjudicar cada uno. Por eso Ana se merece su propia ley que se la ha ganado por ser víctima, por ser mujer, por ser mayor y por ser rica.

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