Crónica Personal

Moción de Censura

Un Tamames obligado a debatir durante horas a sus 89 años puede ser víctima del cansancio

Tamames dijo sí, Abascal finalmente también ha dicho sí a las condiciones que le puso Tamames, y habrá moción de censura cuando decida Maritxell Batet. Una operación política de eficacia más que discutible. Santiago Abascal promueve una iniciativa que tendrá como consecuencia lo contrario de lo que pretende.

Abascal no se ha atrevido a encabezar la moción y proponerse como candidato, que es lo que se exige quien capitanea una propuesta de esa relevancia; vino después el esperpento de buscar durante semanas a alguien que quisiera encabezarla, sin éxito, y a continuación ha recurrido a una persona de prestigio, un economista de referencia que tuvo un papel relevante como político comunista que gradualmente cambió hacia posiciones moderadas.

Tamames sigue teniendo una cabeza ordenada, pero a su edad no es la persona más adecuada para presentarse como candidato a la presidencia de un gobierno. Por no mencionar que, aunque Tamames y Abascal han pactado que no debatirán sobre las cuestione sociales más candentes y tampoco presentarán propuestas los portavoces de los otros partidos sí las van a plantear. Y a ver qué hace entonces Tamames, porque sobre determinados asuntos el candidato mantiene -que incluye pena de cárcel por antifranquista - una actitud de independencia ante cualquier tipo de presión.

La impresión es que Abascal, más que poner en cuestión el proyecto de Gobierno de Sánchez -a lo que se han aplicado con firmeza PP, Ciudadanos y Vox principalmente- pretende restar fuerza al PP por no sumarse a la moción. Ya se verá qué deciden Feijóo y su equipo, pero de momento ni se plantean apoyar a un partido con el que quizá están obligados a entenderse, pero del que hacen todo lo posible por marcar distancias, al menos hasta ver el resultado de las elecciones.

A Vox, con Tamames de candidato, no le va a ir bien. Porque si Tamames consigue pegar al gobierno -es dudoso, porque Sánchez rebatirá las acusaciones falseando datos, como siempre- se apuntará en el haber de Tamames. Si se obliga a Tamames a definirse sobre asuntos espinosos, sabiendo cómo piensa el economista es seguro que habrá malas caras en los escaños de Vox. Por no mencionar que un Tamames obligado a debatir durante horas a sus 89 años puede ser víctima del cansancio, que lleva a perder reflejos y prudencia. Hace años, Felipe González presentó una moción para perderla y ganar las siguientes elecciones. En la calle Bambú deben creer que Abascal es Felipe y Vox el PSOE de entonces.

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