VIVIMOS los días previos a una campaña electoral que anuncian complicada y dura. Será además larga, especialmente porque los grandes partidos comenzaron a engrasar la maquinaria hace ya algunos meses y sólo resta arrancar definitivamente un motor que, dicen, se llevará por delante a los "pequeños". Ecolo Córdoba es uno de esos "pequeños" sin duda pero es también el único que tiene desarrollado un argumentario de peso que va más allá de consignas políticas que tienen el 22 de mayo como única finalidad. Ecolo Córdoba ha venido para quedarse porque no nos conformamos con este estado de cosas y queremos construir una sociedad nueva, que ponga en valor lo mejor de nuestra ciudad.

"Los políticos hablan, los líderes actúan", así rezaba la pancarta desplegada en Copenhague por el entonces director ejecutivo de Greenpeace España, Juantxo López de Uralde. Los candidatos a la Alcaldía de Córdoba tenemos ante nosotros un reto que no deberíamos eludir, por honradez personal y por nuestro compromiso con la democracia. Se trata del reto de asumir ese papel de líderes en un momento complicado, crítico que hará de charnela entre el pasado y el futuro. Un líder debe ser capaz de estar siempre en vanguardia, de ser capaz de atisbar lo que viene, de anticiparse de algún modo a la corriente que nos arrastra, de pensar junto a sus deseos por un mundo mejor, las estrategias que pueden llevarle a cumplir esos objetivos en el futuro. Hablamos de futuro más allá del 22 de mayo de 2015, hablamos de 2020, 2030… Imaginar la ciudad más allá de la gestión del día a día. Ese es el papel que debería asumir un alcalde que fuese líder, que fuese político del siglo XXI.

La economía verde parece ser asumida ya como la única capaz de relanzar los mercados y los países. Así lo están comprendiendo los denominados países emergentes, cuyas inversiones "verdes" crecen exponencialmente año tras año. Las economías verdes generan empleos verdes, que según la denominación aceptada por las partes que integran la Organización Internacional del Trabajo, son aquellos que reducen el impacto ambiental de las empresas y los sectores económicos hasta alcanzar niveles sostenibles, ayudan a reducir el consumo de energía, materias primas y agua mediante estrategias de gran eficiencia, a descarbonizar la economía y a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, a minimizar o evitar por completo todas las formas de residuos o contaminación y a proteger y restablecer los ecosistemas y la biodiversidad. La economía verde no es una declaración de intenciones, son acciones concretas que sólo precisan de una voluntad política firme que genere estabilidad y confianza en sus mercados. Como toda economía. En negrita se han subrayado los aspectos que consideramos podrían hacer de Locsa, la apuesta del futuro industrial de Córdoba.

Primera dosis de confianza. Locsa tiene capital humano concienciado, tanto de la valía de su especialización profesional como de la calidad final de los productos que salen de su fábrica. Hay más. Locsa representa una industria estratégica a nivel estatal, única tanto en su producción como en su capacidad para reconvertir sus hornos en valores de futuro. Lo que saben hacer lo hacen muy bien, son los únicos que lo hacen en España y tienen mercado, más allá de la cartera de clientes que parece haberles robado la última empresa que se ha hecho cargo de ella.

Ecolo Córdoba apuesta por Locsa, no sólo por el mantenimiento de los empleos sino por su capacidad para ser el germen de la creación de miles más, si se acogiese a alguno de los sectores emergentes de la economía verde que viene. Uno de ellos podría ser el reciclaje de los metales pesados que conforman los componentes de las placas solares fotovoltaicas, de las plantas térmicas solares, que se extienden por nuestro territorio como una alfombra de plata. La crisis energética hará que las energías renovables ganen la partida, ahora toca que Córdoba también gane su apuesta, que apoye a los trabajadores de Locsa y a la capacidad productiva de sus hornos y sepa comprenderla en clave de futuro lo que unos y otros pueden representar para la ciudad. Empleo digno, empleo sostenible, empleo de futuro.